MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
Plan International denunció este lunes el incremento de la violencia de género, sexual y explotación que sufren las niñas y jóvenes en Ucrania, cuando está a punto de cumplirse dos años del comienzo de la guerra.
La ONG señaló que la guerra está teniendo un profundo impacto en la salud mental de los jóvenes e indicó que miles de niños y niñas siguen sin poder ir al colegio de forma presencial y, además, el conflicto está acentuando las desigualdades de género. Ante esta situación Plan International manifestó que teme que el conflicto esté abriendo “profundas brechas” de género en la sociedad.
Durante estos dos años se ha potenciado una visión de la masculinidad militarizada en la que los niños y los hombres son vistos como los defensores del país, mientras las responsabilidades domésticas y del cuidado recaen en niñas y mujeres, añadió la organización.
“No siempre me siento segura en la calle”, dijo una estudiante universitaria de Kiev, Elizaveta, y agregó que el aumento de estrés que provoca la situación “está causando más violencia contra las niñas y mujeres en todo el país”.
De hecho, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) estima que, en Ucrania, al menos, 3,6 millones de personas requieren urgentemente servicios de prevención y respuesta a la violencia de género.
Otro de los problemas que citó la entidad es que las búsquedas en Internet de términos de explotación sexual relacionadas con refugiados ucranianos, especialmente mujeres y niñas, aumentaron un 300% tras la escalada de la guerra.
De hecho, las adolescentes de entre 15 y 19 años contaron a Plan International que sufren acoso online y están “continuamente expuestas” a contenidos de explotación. Sin embargo, no disponen de la suficiente información ni concienciación sobre seguridad en Internet.
La guerra de Ucrania también está agravando y aumentando los problemas de salud mental. Según incidió Plan International, muchos jóvenes presentan una sensibilidad muy alta a los sonidos fuertes, insomnio, miedo a salir de casa por las minas terrestres y los ataques, estrés y angustia constante por familiares y amigos que se encuentran en el frente, problemas de adaptación en los países de acogida, entre otros.
Junto a otras organizaciones humanitarias pidieron el “cese inmediato” de los ataques dirigidos contra civiles e infraestructuras, incluyendo colegios, hospitales e instalaciones energéticas. Así como una respuesta humanitaria que “adopte” un enfoque de edad y género y que se amplíen “urgentemente” los servicios gratuitos de salud mental y apoyo psicosocial tanto en Ucrania como en los países de acogida, además se debe dar prioridad a la vuelta a la enseñanza presencial en Ucrania de forma segura.
En este sentido, la organización mostró su preocupación por el impacto a largo plazo que puede tener en los menores la falta de escolarización, ya que el alumnado ucraniano ha sufrido casi cuatro años de interrupciones y retrocesos en su educación desde el inicio de la pandemia de la covid-19.
Plan International ayudó a más 650.000 personas afectadas por la guerra en Ucrania, entre ellos 149.000 niñas y 110.000 niños, a través de casi 50 organizaciones socias de Ucrania, Polonia, Moldavia y Rumanía.
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