GRANADA, 17 (EUROPA PRESS)
La exconcejal socialista de Maracena (Granada) Vanessa Romero ha solicitado una pena de nueve años de prisión para el hombre acusado de secuestrarla el 21 de febrero del año pasado, cuando presuntamente se subió a su coche, la amenazó con una pistola simulada y acabó metiéndola en el maletero atada de pies y manos. En ese momento, el acusado era la pareja sentimental de la entonces alcaldesa de la localidad, Berta Linares, también del PSOE.
La exconcejal Vanessa Romero, que ejerce la acusación particular, acusa al presunto secuestrador de un delito de detención ilegal, por el que pide que sea condenado a seis años de prisión, y de otro de lesiones psíquicas por que el solicita otros tres años más, según han detallado a Europa Press fuentes del caso, cuya instrucción se cerró a principios de enero.
El Juzgado de Instrucción número 5 de Granada acordó en ese auto archivar la causa para la exalcaldesa de Maracena Berta Linares y el concejal socialista Antonio García, al entender que no existen indicios de que fueran los inductores del secuestro por motivaciones políticas como habían venido afirmando tanto la víctima como el secuestrador.
Así las cosas, por este caso sólo será juzgado la expareja de Berta Linares, que ha sido procesado por un delito de detención ilegal, dos delitos de amenazas, un delito leve de lesiones y otro delito de lesiones psíquicas. Se encuentra en libertad provisional desde el pasado julio y el informe forense ha descartado que sufra trastorno psiquiátrico alguno.
La acusación particular comparte en buena medida el relato de hechos realizado por el juez instructor en su último auto de enero. En él se expone que el acusado habría preparado el secuestro semanas antes haciendo diversas búsquedas por Internet y adquiriendo tanto un cuchillo tipo militar –de 19 centímetros de hoja– como una pistola simulada; guantes para evitar dejar huellas, bridas de plástico, papel de aluminio para envolver los móviles y evitar un posible posterior rastreo, cinta carrocera y otros efectos.
Con todo ello dentro de una mochila se desplazó la mañana del 21 de febrero en su vehículo hasta el colegio donde Vanessa Romero dejaba cada mañana a sus hijos. Supuestamente le dijo que había ido a dejar a los hijos de Berta Linares –su pareja en ese momento– y con la excusa de que se había quedado sin gasolina le pidió que le llevara.
Una vez dentro del vehículo de Vanessa, presuntamente le apuntó con una pistola simulada para que diera la vuelta y se adentraron en la zona recreativa del embalse de Cubillas. Una vez allí, tras un intento fallido de citarse con el arquitecto municipal de Maracena usando el móvil de la víctima, supuestamente envolvió con papel del aluminio el teléfono, sentó a la edil en el asiento de atrás atada de pies y manos, le tapó los ojos y la boca con una venda y continuaron el trayecto hasta la localidad de Armilla.
Allí introdujo el coche en un garaje alquilado por él y, presuntamente amenazándola con una especie de barra metálica, consiguió que Romero se metiera en el maletero, tras lo que se marchó dejándola encerrada. Ella aprovechó ese momento para golpear los asientos traseros hasta que cedieron, de modo que pudo escapar y pedir ayuda.
Por su parte, el acusado se dirigió a una ferretería de Maracena para comprar un cuchillo y un rollo de cinta americana negra, mantuvo luego un encuentro con su pareja, Berta Linares, y decidió volver al local de Armilla, pero una vez allí se percató de la presencia policial. Volvió a tomar el metro en dirección a Maracena y allí finalmente fue detenido.
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