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Cort invertirá 13,4 millones en un centro de operaciones en Son Rossinyol con 108 plazas para autobuses eléctricos

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PALMA, 9 (EUROPA PRESS)

El Ayuntamiento de Palma invertirá 13,4 millones de euros en la construcción de un centro de operaciones en Son Rossinyol, al lado del Hipódromo, que albergará 108 plazas para autobuses eléctricos.

Así lo ha anunciado este viernes el alcalde de Palma, Jaime Martínez, en una rueda de prensa, junto al teniente de alcalde de Movilidad y Polígonos Industriales, Antonio Deudero.

Este centro de operaciones EMT/ECO se construirá en unos terrenos de titularidad municipal, de aproximadamente 30.000 metros cuadrados, y supondrá, según Martínez, “un proyecto innovador y estratégicamente sostenible” que, ha añadido, “se plantea para dotar a la EMT de unas instalaciones modernas con capacidad para albergar la flota de buses eléctricos para los que hoy no se dan las circunstancias en las cocheras y que estos tengan capacidad de recarga y funcionamiento”.

El alcalde ha recordado en este punto que las actuales cocheras, situadas en la carretera de Llucmajor, tienen capacidad para 150 autobuses, cuando la flota de la EMT asciende a 250 vehículos, y no están adaptadas para atender todo tipo de motorizaciones. De hecho, los autobuses eléctricos no se pueden arreglar en sus talleres.

De este modo, se ha decidido crear este centro de operaciones, que dispondrá de un ecoparque con una planta baja con capacidad para 108 puntos de recarga para autobuses eléctricos, a través de pantógrafos invertidos, lo que permitirá cargar autobuses sin necesidad de operarios ni tiempos de espera para el conductor, y de un área de servicio y mantenimiento de sistemas de energía. Mientras, en la planta superior y cubierta se instalarán placas solares.

El futuro centro de operaciones de Son Rossinyol dispondrá además de un edificio anexo, de unos 4.800 metros cuadrados, con cerca de 800 plazas de aparcamiento, 768 de ellas de nueva creación. Y, de un espacio libre de unos 3.200 metros cuadrados.

El coste aproximado de la inversión es de 13,4 millones de euros, de los que la EMT aportará cinco millones anuales aunque no se descarta acudir a recursos externos, como las líneas de subvención del impuesto de Turismo Sostenible (ITS), fondos europeos e inversiones del Gobierno de España, al que el alcalde Martínez ha vuelto a exigir los 185 millones previstos para la construcción del tranvía de Palma para la electrificación total de la flota de la EMT.

Para que el nuevo centro de operaciones de Son Rossinyol sea posible se tramitará una modificación urbanística que permita incorporar la totalidad de usos de la parcela. Y, de manera paralela, se redactará y licitará el proyecto, que podría estar en septiembre. De este modo, la previsión es que las obras puedan empezar en el primer trimestre de 2025. Estas tienen un plazo de ejecución previsto de 18 meses, de modo que el Ayuntamiento confía en que las obras finalicen entre finales de 2026 y principios de 2027.

El alcalde ha informado además que de manera análoga se pondrá en marcha la renovación de la flota de autobuses. El objetivo, ha incidido, es acabar esta legislatura con 100 autobuses eléctricos –65 de 18 metros, dos de 15, 20 de 12, 11 de 10 y dos de ocho metros–, lo que supone un coste total 76 millones. Martínez ha confiado de este modo en que en el año 2027 el 50 por ciento de la flota de la EMT sea eléctrica y en 2030 lo sea el 100 por ciento.

Todo esto, han destacado desde el Ayuntamiento, forma parte de un plan estratégico 2024-2027 que apuesta por un transporte público sostenible, como eje esencial de la movilidad de Palma.

Este plan, ha explicado el alcalde, Jaime Martínez, tiene como objetivo que Palma disponga de una red de transporte público “eficiente, bien planificada y ejecutada” que, ha continuado, “dé respuesta a las necesidades de los ciudadanos y se sitúe a la altura de la octava ciudad en población de España”.

Todo ello, ha precisado, después de que, según ha lamentado, “en los últimos ocho años, la flota de buses de la EMT de Palma se haya ido configurando con total falta de planificación, con un crecimiento irregular de los vehículos y una mezcla de distintas motorizaciones –gas, eléctricos, de gasoil e incluso de hidrógeno—“.

Esto ha hecho que el nuevo equipo de gobierno municipal se encontrara hace siete meses, cuando comenzó a gobernar, “una situación precaria, con una media de 85 vehículos parados diariamente por problemas mecánicos, 12 autobuses eléctricos que no podían circular porque solo había habilitado un punto de recarga, cinco buses de hidrógeno, con un coste de más de cinco millones, que siguen parados porque la planta de hidrógeno de Lloseta no puede administrar el combustible necesario para su funcionamiento, y cuatro minibuses también parados en las cocheras”.

Por este motivo, Martínez ha querido poner en valor que “desde el primer minuto, el nuevo equipo de gobierno municipal puso en marcha un plan de choque para revertir la situación crítica encontrada” y a la que, ha añadido, “se suma que el año pasado se incrementó casi en un 40 por ciento la demanda de usuarios de la EMT de Palma, lo que ha supuesto un agujero para la empresa de siete millones de euros”.

Además de este plan de choque, el alcalde ha recordado que se han contratado nueve nuevos técnicos y un nuevo jefe para reforzar el taller y adjudicado la contratación del refuerzo externo del servicio de reparación, mantenimiento y subministro de piezas para los próximos dos años, por 13 millones, lo que “ha hecho posible bajar la ratio de 85 vehículos averiados diarios a 60”, se han instalado 11 puntos de recarga para autobuses eléctricos y, por primera vez, una línea, L10, ha operado plenamente con buses eléctricos.


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