VALÈNCIA, 9 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento de Silla (Valencia) y la cineasta valenciana Mar Navarro han sellado un acuerdo de colaboración mediante el que la directora se compromete a plantar un árbol por cada cortometraje que ruede en el municipio, en compensación de la huella de carbono que genera cada producción.
Este acuerdo, pionero en la Comunitat Valenciana y propuesto por Mar Navarro, llega después de varios meses de negociaciones y trámites, con el objetivo de contribuir al impulso de la concienciación social y que, además, suponga una mejora de la imagen de Silla.
La cineasta, vecina del municipio, se muestra “muy entusiasmada”. “Animo a otros rodajes a tomar conciencia de la huella que la actividad audiovisual causa en el planeta, devolviéndole parte de lo que nos ha dado, haciéndolo más sostenible y creando, con acciones como esta, la magia que se produce cuando se cuentan historias, generando impacto a través del mundo del cine, mi gran pasión”, manifiesta en un comunicado.
Una idea que, aunque ha tardado seis meses en materializarse, se ha gestado “con la mayor ilusión” por parte de la cineasta y el consistorio, con la ayuda del concejal de Medioambiente, Francisco Gómez, los técnicos José Villalba e Inma Ros y Centre Verd. Jorge Fort, CEO de la empresa Paimed, ha suministrado el árbol de la especie erithyna caffa, plantado en el Parc de la Senyoria e inaugurado este viernes.
En su último corto, ‘El silenci d’Alma’, Mar Navarro trata el sufrimiento que padecen las personas con trastornos de salud mental. Cuenta con subtítulos especiales para personas sordas y con una versión audiodescriptiva para ciegos.
La cineasta anima a otros rodajes a tomar conciencia de la huella que la actividad audiovisual causa en el planeta y a devolver con acciones como esta “esa magia que se produce cuando se crean historias”.
TRES CORTOS RODADOS EN SILLA
Mar Navarro es una persona implicada en el cuidado del medio ambiente y con su municipio. Por este motivo, tanto ‘El silenci d’Alma’ como sus tres cortometrajes anteriores (‘Aunque el tiempo pase’, ‘La butaca de la puta’ y ‘Made in’) se han rodado íntegramente en Silla, todos con un plan de sostenibilidad para compensar la huella de carbono.
“El esfuerzo merece la pena” –apunta la realizadora–. Afrontar unos presupuestos tan elevados para llevar a cabo esta labor social no sería posible sin el patrocinio que, de manera desinteresada, ofrecen entidades como À Punt Media, Ajuntament d’Alcàsser, Caixa Popular, GAES centros auditivos, Ajuntament de Silla, Osmofilter, Miquel Suay y Pepe Lacreu”.
Esta directora, guionista, productora y fotografa se ha puesto al frente de numerosos proyectos a través de su productora, Inquieta Films. Sensibilizada con la diversidad, pues desde joven sufre una sordera que no le ha impedido estudiar fotografía y diseño gráfico en la ESAD o dirección y cine y guion en la Cinescuela Méliè, en 2020 produjo ‘Made In’ y se estrenó cómo directora y guionista con ‘Aunque el tiempo pase’.
‘La butaca de la puta’, que dirigió y escribió junto a Carol Gil, obtuvo más de 30 premios y 60 selecciones hasta llegar a ser finalista de los Premios Berlanga y recibir el Premio Biznaga Mujeres en escena a mejor ficción en el Festival de Málaga.
‘El silenci d’Alma’, su último corto, trata sobre una joven con sordera y TOC, aunque no se centra en sus propias discapacidades. Cuenta más bien sus inseguridades: el miedo a afrontar, de alguna manera, su discapacidad mental.
En 15 minutos de cortometraje, Mar Navarro ha creado un personaje con todas las características de una persona con TOC, al tiempo que narra la historia de un thriller con un aparente buen final, intentando tratar siempre temas complejos con el mayor humor posible.
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