MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Una mujer de Texas ha sido sentenciada este viernes a tres años de prisión por amenazar de muerte a la jueza que preside el caso de documentos clasificados del expresidente de Estados Unidos Donald Trump.
Tiffani Shea Gish, de Houston, ha sido condenada a 37 meses de prisión federal seguidos de tres años de libertad supervisada, según ha dicho el Departamento de Justicia en un comunicado de prensa y ha recogido la cadena NBC.
“Hacer responsable a Tiffani Gish por sus amenazas de asesinar a una jueza federal envía un mensaje contundente de que no toleramos a quienes a menudo se esconden detrás de un teclado o una línea telefónica distantes e intentan socavar nuestras instituciones democráticas amenazando la seguridad de la personas que ayudan a esas mismas instituciones a prosperar”, ha asegurado el fiscal federal Alamdar S. Hamdani en un comunicado.
Gish se declaró culpable en noviembre de un cargo de uso de comunicaciones interestatales con amenaza de secuestrar o herir, después de llegar a un acuerdo de culpabilidad con los fiscales, según documentos judiciales.
Esa declaración de culpabilidad se produjo más de un año después del arresto de Gish en Houston en relación con mensajes de voz amenazantes dejados a la jueza de distrito estadounidense Aileen Cannon, que supervisa el caso contra el manejo de material clasificado por parte del expresidente después de dejar el cargo.
Según documentos judiciales, Gish había admitido ante los alguaciles federales que le dejó mensajes a Cannon, advirtiendo al juez que estaba “marcada para asesinar” y que planeaba dispararle delante de su familia. La sentencia de este viernes se produce cuando otros jueces en casos relacionados con Trump se han convertido en objetivos.
Otra mujer, también de Texas, fue acusada el año pasado en relación con amenazas a la jueza de distrito estadounidense Tanya Chutkan, quien supervisa el caso de interferencia federal de Trump en las elecciones. Chutkan pospuso recientemente el juicio, que estaba previsto que comenzara el próximo mes, mientras Trump apela fallos que decían que no es inmune al procesamiento.
El caso de documentos clasificados que Cannon está supervisando está programado para ir a juicio en mayo. Trump está acusado de retener intencionalmente información de defensa nacional en relación con documentos clasificados que fueron descubiertos en su propiedad de Mar-a-Lago más de un año después de que dejó el cargo, y de conspirar con dos coacusados para eliminar videos de seguridad en la propiedad.
Trump y los coacusados Walt Nauta, un importante asesor, y Carlos de Oliveira, supervisor de mantenimiento de Mar-a-Lago, negaron haber actuado mal y se declararon inocentes de todos los cargos.
En una presentación del jueves, el equipo del abogado especial Jack Smith pidió a Cannon que reconsiderara una orden para entregar documentos no redactados que, según el equipo de Smith, identifican a más de dos docenas de testigos y amenazan su seguridad y testimonio. Los fiscales señalaron en una presentación separada esta semana que las amenazas en las redes sociales recibidas por un posible testigo en el caso son objeto de una investigación federal.
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