MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha condenado la orden emitida este viernes por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para que el Ejército del país prepare la evacuación de la ciudad de Rafá, en el sur de la Franja de Gaza, y ha advertido de que se trata de un acto ilegal que tendría consecuencias devastadoras.
“Obligar a más de un millón de palestinos desplazados en Rafá a evacuar nuevamente sin un lugar seguro a donde ir sería ilegal y tendría consecuencias catastróficas”, ha argumentado la investigadora sobre derechos de los migrantes para HRW, Nadia Hardman.
A este respecto, Hardman ha lamentado que ya “no hay ningún lugar seguro al que ir en Gaza” y ha apuntado que “la comunidad internacional debería tomar medidas para evitar nuevas atrocidades”.
Asimismo, desde la organización han recordado que el Derecho Internacional Humanitario prohíbe el desplazamiento forzado de civiles salvo que sea necesario para su seguridad o por razones militares imperiosas y ha señalado que se trata de un crimen de guerra que “se está volviendo cada vez más peligroso”.
“Cualquier desplazamiento forzado de la población no eximiría a las fuerzas israelíes de su responsabilidad de tomar todas las medidas posibles para proteger a la población civil. Los civiles que no evacuan tras las advertencias siguen estando plenamente protegidos por el Derecho Internacional Humanitario”, ha recalcado la organización en un comunicado.
En la misma línea se ha pronunciado Médicos Sin Fronteras (MSF), que ha descrito la situación en Rafá como “extrema”.
“La ofensiva terrestre declarada por Israel sobre Rafá será catastrófica y no debe continuar. Mientras continúan los bombardeos aéreos sobre la zona, más de un millón de personas (…) se enfrentan ahora a una dramática escalada de esta masacre en curso. Ningún lugar de Gaza es seguro, y los repetidos desplazamientos forzosos han empujado a la población a Rafá, donde se encuentran atrapados en un minúsculo trozo de tierra y sin opciones”, ha denunciado la directora general de MSF Bélgica, Meinie Nicolai.
En este contexto, ha apuntado Nicolai, “es casi imposible trabajar en Gaza”, pues “todo intento de proporcionar cuidados vitales a los palestinos se ha visto mermado por la conducción de las hostilidades por parte de Israel”.
“Las necesidades son abrumadoras y la situación requiere una respuesta humanitaria segura a una escala mucho mayor”, ha agregado la representante de MSF, quien ha pedido al Ejecutivo israelí que detenga inmediatamente su ofensiva, y a todos los gobiernos que la apoyan, incluido el de Estados Unidos, que tomen medidas concretas para lograr un alto el fuego completo y sostenido”. “La retórica política no es suficiente”, ha sentenciado.
El pronunciamiento de estas organizaciones llega en respuesta al anuncio de Netanyahu reconociendo haber dado instrucciones al Ejército israelí para que comience a preparar la evacuación de la ciudad de Rafá, considerada último refugio de la población del enclave palestino desplazada a la fuerza por la campaña de bombardeos israelíes en respuesta al ataque de las milicias palestinas del 7 de octubre.
Así, en un comunicado publicado este viernes por su oficina, el primer ministro israelí considera incompatible la derrota del movimiento palestino Hamás sin acabar con las fuerzas que mantiene apostadas en esta localidad y sus alrededores.
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