CÓRDOBA, 6 (EUROPA PRESS)
Centenares de tractores y otros vehículos se han concentrado este martes en el Recinto Ferial de El Arenal, en la capital cordobesa, tras llegar a la ciudad integrados en varias caravanas, llegadas desde distintos puntos de la provincia, algunas con comunicación previa a la Subdelegación del Gobierno y otras no, provocando retenciones, dada su baja velocidad, sobre todo en la autovía A-4 y en la N-432, donde, además, se han producido cortes puntuales y parciales del tráfico de poca duración, y todo ello en protesta por la situación del campo.
En concreto, a Córdoba han llegado caravanas, que iniciaron su marcha entre las 7,00 y las 9,00 horas, convocadas por Whatsapp y redes sociales al margen de las organizaciones agrarias, procedentes de Baena, Castro del Río y Espejo, a través de la N-432, que han cortado durante algunos minutos, para reagruparse, a la altura de la barriada periférica de Santa Cruz, ya en el término municipal de Córdoba.
Entre tanto, otras caravanas, llegadas a Córdoba desde La Carlota, por el Oeste, y Bujalance, por el Este, entre otros municipios, han utilizado la A-4 para llegar a Córdoba, cortando uno de sus carriles cerca de la capital, mientras que grupos de agricultores a pie, han cortado puntualmente el acceso al Recinto de El Arenal desde la autovía, mientras llegaban las caravanas, que también han partido de Lucena y Montilla, en el Sur, y de Fuente Obejuna y Peñarroya, en el Norte, llevando a cabo concentraciones en dichas zonas.
En todos los casos, las caravanas han sido escoltadas por la Guardia Civil, además de por la Policía Nacional, en el caso de la ciudad de Córdoba, controlando el acceso a la ciudad por distintos puntos, para evitar, junto a la Policía Local, el colapso del tráfico en la capital cordobesa.
Ya en El Arenal, los concentrados ha dado lectura a un manifiesto en el que recogen su rechazo al incremento de la burocracia y de las medidas proteccionistas del medio ambiente que recoge la Política Agraria Común (PAC), en cuanto al uso de fitosanitarios, que, por ejemplo, no están regulados en países como Marruecos o Sudáfrica, entre otros, cuyas producciones agrarias llegan a la Unión Europea (UE) y son competencia directa de los productos españoles.
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