MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Los rebeldes yemeníes hutíes han informado este domingo de nuevos ataques de Estados Unidos en las ciudades de Hodeida, en el oeste del país, y Sada, en el noroeste, ambas en territorio controlado por la insurgencia, todo ello en el marco de las operaciones militares encaminadas a disminuir su capacidad de atacar buques en el mar Rojo en “solidaridad” con el pueblo palestino en la Franja de Gaza.
La Portavocía de temas de seguridad del Ministerio del Interior de los hutíes ha indicado a través de su canal de Telegram que “la agresión estadounidense-británica” ha llevado a cabo una decena de ataques en Hodeida, mientras que en Sada han sido al menos cuatro bombardeos.
Por su parte, Washington no ha dado detalles sobre los bombardeos, el Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) solamente se ha limitado a publicar un vídeo en el que se muestran ataques desde sus destructores ‘USS Gravely’, ‘USS Carney’ y ‘USS Dwight Eisenhower’, “apoyando ataques cotnra objetivos hutíes respaldados por Irán”.
En la víspera, el CENTCOM informó de que había llevado a cabo junto a Reino Unido –y con apoyo de varios países– ataques contra 36 objetivos ubicados en trece localizaciones de Yemen controladas por los hutíes. “Estos ataques de la coalición multilateral se centraron en objetivos en la zona de Yemen controlada por los hutíes y utilizada para atacar buques mercantes internacionales y buques de la Armada estadounidense”, rezaba un comunicado.
Los bombardeos, perpetrados el sábado sobre las 23.30 horas (hora local) al margen de la ‘Operación Guardián de la Prosperidad’, tuvieron lugar contra instalaciones de almacenamietno subterráneo, mando y control, sistemas de misiles, almacenamiento de drones, radares y helicópteros.
Los rebeldes, respaldados por Irán y que controlan la capital yemení, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país desde 2015, han lanzado varios ataques contra buques con algún tipo de conexión con Israel a raíz de la ofensiva militar contra la Franja de Gaza, iniciada tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Aunque han asegurado que garantizan la libre navegación del resto de barcos, la situación ha llevado a diversas compañías –incluidas cuatro de las cinco principales dedicadas a transporte marítimo del mundo– a suspender sus operaciones a través de esta vía marítima, clave para el comercio internacional, o a desviar sus barcos a través de vías mucho más largas que implican rodear el continente africano a través del cabo de Buena Esperanza.
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