MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
El 46,3% de los ciudadanos gallegos que no tenía edad para votar en las elecciones autonómicas de 2020, pero ya han cumplido los 18 años votará al Bloque Nacionalista Galego, mientras que el 32,9% de los que se abstuvieron en los últimos comicios apoyará ahora al PP, ambos porcentajes bastante mayores que el de los que respaldarán a cualquier otro partido en ambos grupos demoscópicos.
Así lo refleja el cruce por recuerdo de voto del Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) previo a las elecciones cuya campaña comenzó este viernes. Es decir, que los dos colectivos de ciudadanos que más podrían hacer variar los resultados respecto a los de 2020 apuntan en dos direcciones distintas, pero en ambos casos a los dos partidos más votados hace cuatro años, que, según la estimación general de dicho estudio, volverán a serlo el próximo domingo 18.
En cuanto a los gallegos que han alcanzado la mayoría de edad desde las elecciones anteriores, el PP sería el siguiente partido con más apoyos, pero sólo le votarían el 30,5%, casi 16 puntos porcentuales por debajo de los que elegirán al BNG liderado por Ana Pontón.
Todavía más lejos queda el PSdeG, por quien se inclinaría el 11,7% de los nuevos votantes, y en posiciones residuales aparecen Sumar, con el 3,8%, y Vox, con el 2,5%.
Por lo que respecta a los que no votaron en las elecciones de 2020, que fueron nada menos que el 51% de los que tenían derecho a hacerlo, un 14,7% volverá a ausentarse de la cita con las urnas, menos que los que, de dicho colectivo, esta vez sí ejercerán su derecho para votar al PP y al BNG.
Por los nacionalistas gallegos apostará esta vez el 23,9% de los abstencionistas de hace cuatro años, más de ocho puntos porcentuales por debajo de quienes darán su confianza a la candidatura liderada por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
Aunque la diferencia favorable a los populares respecto al BNG entre los abstencionistas de 2020 sea inferior a la que tienen en contra entre los nuevos votantes, el número absoluto de los primeros (1,4 millones) es muy superior al de los segundos (unos 80.000).
Los ocho puntos porcentuales en que aventaja el PP al BNG entre quienes no votaron hace cuatro años equivalen a unos 115.000 votos a su favor, mientras que los 16 que le sacan los nacionalistas a los populares entre los nuevos votantes suponen apenas 13.000 sufragios de ventaja.
HACIA OTRA MAYORÍA ABSOLUTA
Por tanto, teniendo en cuenta a la vez a estos dos sectores de la población que parecen los más susceptibles de cambiar la distribución de escaños en el Parlamento gallego, el PP partiría con mayores posibilidades de mejorar su mayoría absoluta de 2020, entonces con su hoy presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, como su cabeza de lista y candidato a presidir la Xunta de Galicia.
Como suele suceder en España, los trasvases de votos entre bloques ideológicos, que también podrían invertir la correlación de fuerzas de la última legislatura, son de una entidad poco significativa. Eso sí, dentro de la izquierda, un 23,2% de los votantes socialistas de 2020 hoy se decantarían por el BNG, un porcentaje no compensado ni de lejos por el 5% que recorrería el camino contrario. Ese 5%, en cambio, sí se vería neutralizado por el 4,8% de votantes del PSOE que hoy se inclinan por apoyar a Sumar.
En la derecha, el PP también se llevará al 34% de los electores gallegos que en 2020 apostaron por Vox y al 66% que lo hicieron por Ciudadanos, pero ninguno de estos trasvases en la izquierda ni en la derecha alterarían la proporción entre ambos sectores, que es la que determinará si Rueda consigue reeditar la mayoría absoluta y por tanto seguir gobernando o si los tres partidos progresistas podrían pactar para desbancarle.
También en trasvases de votos desde las últimas autonómicas en la región, cabe indicar que, de los gallegos que hace cuatro años votaron a Galicia en Común, la marca de Unidas Podemos allí, el 50,4% lo harán ahora por el BNG, el 23,7% por Sumar, el 10,4% por el PSdeG y sólo un 7,6% por Podemos. No obstante, en términos absolutos este sector de la población se compuso de un número reducido de ciudadanos, dado que Unidas Podemos no llegó a lograr representación en el Parlamento gallego.
Respecto al cruce por recuerdo de voto en las elecciones generales del pasado 23 de julio, llama la atención que el BNG liderado por Ana Pontón se llevará nada menos que al 35,4% de los votantes que hace siete meses introdujeron la papeleta del PSOE y al 62,2% de los que escogieron la de Sumar; se invierte así, en favor del Bloque, la tendencia al voto útil que en julio benefició a los dos partidos estatales. En la derecha, incluso, es mayor el número de electores de Vox que en Galicia apoyarán al PP (el 45,5% de sus votantes de julio) que el de los que repetirán el voto de las generales (39,4%).
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