MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El ex primer ministro de Pakistán Imran Jan y su esposa, Bushra Bibi, han sido condenados cada uno a siete años de cárcel por violar una norma matrimonial en lo que se trata de la tercera condena a prisión que recibe esta semana el antiguo mandatario, que denuncia todos los casos en su contra como una persecución política para que su gran enemigo político, el también ex primer ministro Nawaz Sharif, vuelva al poder en las elecciones del 8 de febrero.
La nueva condena ha sido emitida por un Tribunal de Rawalpindi y acusa a la pareja de violar la norma del iddat, el periodo de tres meses que una mujer tiene que atravesar tras un divorcio o la viudedad antes de relacionarse o contraer matrimonio con otro hombre.
La pareja, que ha negado toda responsabilidad, también ha sido multada con 500.000 rupias (1.600 euros) cada uno. Tanto Jan como Bushra estaban presentes en la sala del tribunal cuando se anunció el veredicto.
La denuncia había sido presentada por el ex marido de Bushra, Jawar Farid Maneka, según informa el diario paquistaní ‘Dawn’.
Esta misma semana, el ex primer ministro Jan fue condenado a 10 años de cárcel por la apropiación de un documento clasificado estadounidense y después a otros 14 años por la venta de regalos recibidos cuando era mandatario.
Jan compareció ayer en las redes sociales para negar toda responsabilidad. Concretamente, el ex primer ministro paquistaní se refirió al caso del iddat como un esfuerzo para acabar con su gran proyecto de transformación ideológica del país, la conversión de Pakistán en un “estado del bienestar islámico”, conocido como Riyasat e Madina. “Han creado una narrativa para destruir este sueño que tengo”, indicó.
Por todo ello, Jan declaró a los paquistaníes que “todos estos casos no son sino parte del circo político que comenzó hace 22 meses” y denunció que “la apresurada manera en la que están terminando”, a menos de una semana de las elecciones generales donde su némesis política, el ex primer ministro Nawaz Sharif, parte como gran favorito, “solo tienen el propósito de desmoralizar a los votantes”.
“Pero no temáis porque Dios es el último que planea, y nuestro arma más poderosa e importante es el voto, que tenéis que emplear para derrocar a los delincuentes que han sido impuestos sobre nosotros”, remachó.
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