MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
El pez payaso o de las anémonas, especie del personaje principal de la película animada ‘Buscando a Nemo’, puede contar barras verticales corporales para determinar si está ante amigos o enemigos de especies que viven en anémonas.
Así lo explica un equipo de investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (OIST, por sus siglas en inglés), de Japón, o el Instituto de Biología Celular y Organísmica (ICOB, en inglés), de Taiwan, en un artículo publicado este jueves en la revista ‘Journal of Experimental Biology’.
En la mencionada película del estudio cinematográfico Pixar, Nemo es un pequeño pez payaso que vive con su padre, Marlin, en una anémona de mar generalmente tranquila, algo diferente a la vida real.
A menudo se piensa en los peces como nadadores despreocupados en el océano que reaccionan al mundo que los rodea sin mucha previsión. Sin embargo, la nueva investigación sugiere que pueden ser más conscientes de lo que cree.
El pez payaso común (‘Amphiprion ocellaris’) suele ser una pequeña y luchadora criatura que defiende con entusiasmo su hogar de anémona respecto a los intrusos. Según Kina Hayashi, del OIST, los que viven en los mismos lugares tienden a tener una amplia gama de patrones de rayas, desde tres barras blancas verticales hasta ninguna.
Los peces payaso suelen ser anfitriones amables, lo que permite que muchas especies diferentes visiten su anémona de mar. Sin embargo, si un miembro de su propia especie, y que no forma parte de la colonia, entra en su hogar, el pez más grande de la colonia -conocido como pez alfa- morderá agresivamente y ahuyentará al intruso.
Pero, ¿cómo distingue a los miembros de su especie respecto de otros peces rayados? Hayashi y sus colegas afirman que los peces payaso pueden contar rayas.
ARRECIFES DE CORAL
Los investigadores Kina Hayashi, Noah Locke y Vincent Laudet criaron un banco de jóvenes peces payaso a partir de huevos para asegurarse de que nunca habían visto otras especies que habitan en anémonas. E hicieron dos series de experimentos.
Una vez que tenían cerca de seis meses, Hayashi filmó sus reacciones ante otras especies de peces de anémona y con diferente número de rayas blancas corporales, incluido el pez payaso de cola amarilla (‘Amphiprion clarkii’), el pez payaso querubín (‘Amphiprion sandaracinos’) y el pez anémona ensillado (‘Amphiprion polymnus’), así como intrusos de su propia especie, para saber cómo respondieron.
Todos ellos estaban en pequeñas cajas dentro de un tanque de agua y los investigadores observaron con qué frecuencia y durante cuánto tiempo los miraban agresivamente y rodeaban la caja.
En el segundo conjunto, los investigadores presentaron una colonia de peces payaso con diferentes discos de plástico pintados con colores reales de peces de anémona y midieron el nivel de agresión hacia estos modelos de plástico.
Entonces, el pez payaso mostró el comportamiento más agresivo hacia los intrusos de su propia especie, que tienen también tres rayas blancas. Los de dos barras fueron atacados con menor frecuencia, mientras que los que tenían una o ninguna barra recibieron la respuesta menos agresiva.
Según Hayashi, esto sugiere que los peces payaso “son capaces de contar el número de rayas” de otros peces. “Lo que este estudio muestra es que hay mucho que no sabemos sobre la vida en los ecosistemas marinos en general”, recalca, antes de concluir: “Es un recordatorio aleccionador de la necesidad de preservar los frágiles arrecifes de coral, donde habitan peces como el pez payaso”.
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