SORIA, 1 (EUROPA PRESS)
El Tribunal Superior de Justicia (TSJCyL) ha ratificado la sentencia de la Audiencia Provincial de Soria que condenó a un varón como autor responsable de un delito de estafa, en la modalidad ‘SIM Swapping’, a la pena de seis meses de cárcel y a indemninzar con 30.000 euros a la entidad bancaria perjudicada.
En su fallo, la Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL, con sede en Burgos, impone al condenado, en concepto de responsabilidad civil, la obligación de indemnizar a la entidad bancaria perjudicada en la suma de 29.900 euros, más los intereses legales, según la información del Gabinete de Prensa del Alto Tribunal castellanoleonés recogida por Europa Press.
La sentencia recoge que el acusado abrió una cuenta bancaria en la entidad el 13 de marzo de 2019 y posteriormente, el 16 del mismo mes, solicitó veinte tarjetas de crédito/débito asociadas a esta cuenta.
Posteriormente, el día 25 de marzo, obtuvo la tarjeta SIM de telefonía duplicada de la víctima, para, en un momento posterior, acceder con dicha tarjeta a la banca online y realizar así las oportunas transferencias bancarias a la cuenta anteriormente abierta.
Así, en la última fase del procedimiento, desde diferentes cajeros automáticos se procedió a extraer de la cuenta del acusado las cantidades indebidamente trasferidas de 15.000 y 14.900 euros desde la cuenta bancaria de la víctima, abierta en una entidad bancaria situada en Soria, mediante el uso de las tarjetas previamente solicitadas por el acusado y que están asociadas a su cuenta.
La víctima se dio cuenta de lo ocurrido cuando su marido quiso hacer una gestión con el móvil y no pudo, sin que tampoco le fuera posible hablar por teléfono, por lo que se dirigió a una tienda de la compañía telefónica y descubrió que alguien había solicitado un duplicado de su tarjeta desde Cartagena.
DUPLICADO
Los trabajadores de telefonía le indicaron que alguien en Cartagena solicitó el duplicado de su tarjeta SIM alegando que era su hijo y aportando fotocopia de su DNI y una supuesta autorización.
La víctima se enteró de que les habían estafado mediante dos transferencias desde su cuenta bancaria el día 25 de marzo de 2019, si bien la entidad les ha reintegrado las sumas extraídas.
La sentencia considera probado que el condenado formaba parte de una organización cuyo propósito es perpetrar estafas informáticas y que, en consecuencia, el encausado abrió la cuenta en la entidad bancaria con la única intención de cometer hechos delictivos.
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