El Gobierno y las principales organizaciones en huelga alcanzan un acuerdo para impulsar un sistema de gestión pública
MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
La ministra de Cultura de Perú, Leslie Urteaga, ha anunciado este miércoles que los principales colectivos de trabajadores del sector turístico y vecinos residentes del distrito de Machu Picchu han accedido a suspender la huelga iniciada hace una semana en protesta por la privatización del sistema de venta de entradas para visitar las ruinas incas, ubicadas en Cusco.
“Tenemos esta buenísima noticia para todo Perú, para los cusqueños, para nuestros hermanos de Machu Picchu, nos están dando la buena noticia de que se levanta el paro, tenemos que seguir adelante para reactivar nuestra economía, para que las personas que han dejado de visitar estos días y se mantienen en Cusco puedan regresar a ver la maravilla que tenemos”, ha dicho Urteaga.
Según ha detallado la ministra, esta noticia se produce como resultado de una mesa de negociación entre el Gobierno y las autoridades de Cusco que, entre otros asuntos, han decidido concluir de forma anticipada el contrato concedido a la empresa Joinnus para que gestionara la venta de entradas para visitar Machu Picchu, aunque esto requerirá un proceso de transición.
“Otro pedido que nos estaban haciendo es incorporar a las comunidad y abrir otros accesos y otros caminos para que haya turismo”, ha señalado la encargada de la cartera de Cultura en declaraciones para la emisora peruana RPP.
Colectivos de trabajadores del sector turístico y vecinos residentes del distrito de Machu Picchu iniciaron la semana pasada una huelga después de que el Gobierno de Perú adjudicara la gestión de la venta de entradas a la empresa Joinnus, lo que consideran como una privatización del patrimonio cultural.
Las manifestaciones provocaron el cierre de negocios y llegaron incluso a paralizar el tráfico ferroviario hacia y desde Machu Picchu, dejando aislados a cientos de turistas en las montañas andinas que finalmente tuvieron que ser evacuados por no poder llegar a las ruinas ni tampoco regresar a su punto de origen.
De acuerdo con un comunicado de los principales colectivos de Machu Picchu, el Gobierno ha favorecido a la empresa Joinnus con la concesión de la gestión de la venta de entradas, de las que obtendrá un beneficio del 3,9 por ciento de cada boleto vendido. Esto supondría unas ganancias estimadas de 12 millones de soles –más de 2,9 millones de euros– al año.
Sin embargo, desde el Gobierno peruano negaron que la adjudicación de la venta de entradas a Joinnus fuera una privatización, y argumentaban que esta concesión permitiría evitar la venta fraudulenta de entradas, y facilitaría la gestión de los visitantes de las ruinas incas, poniendo un límite de 4.500 turistas por día.
Algunos de los principales colectivos sociales y turísticos de Machu Picchu y responsables del Ministerio de Cultura y del de Comercio Exterior y Turismo entablaron hace días una serie de contactos gracias a los que ahora las partes han llegado a un acuerdo para ponerle fin a la huelga.
Según el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Juan Carlos Mathews, la plataforma propuesta por el Ejecutivo para gestionar la venta de entradas de Machu Picchu es similar a la que se usa en otros países para impulsar un “sistema de control y auditoría permanente” sobre patrimonio cultural.
A nivel económico, el ministro había lamentado que, debido al bloqueo en Machu Picchu se habían llegado a perder hasta un millón de soles peruanos –más de 240.000 euros– al día, a los que habría que sumar las pérdidas de los negocios locales que se benefician del flujo de turistas que visitan el santuario inca.
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