MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
Siete de cada 10 acuíferos en el mundo -concretamente, el 71%- pierden agua subterránea y esa tasa de agotamiento se ha acelerado desde el año 2000 hasta ahora, en comparación con las décadas de 1980 y 1990.
Esas disminuciones aceleradas se producen en casi tres veces más lugares de lo que sería esperable, según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara (Estados Unidos) y publicado este miércoles en la revista ‘Nature’.
Ese trabajo analiza la evaluación más grande realizada hasta ahora sobre los niveles de agua subterránea en todo el mundo, con el examen de 1.693 acuíferos repartidos por 45 países y territorios, entre ellos 79 en España. Solamente Estados Unidos (573), Irán (369), México (115), India (95) y Australia (90) cuentan con más zonas evaluadas.
“Este estudio fue impulsado por la curiosidad. Queríamos comprender mejor el estado del agua subterránea global analizando millones de mediciones del nivel del agua subterránea”, indica Debra Perrone, profesora asociada del Programa de Estudios Ambientales de la Universidad de California en Santa Bárbara.
El equipo recopiló datos de registros nacionales y subnacionales, y del trabajo de otras agencias. El estudio duró tres años, dos de los cuales se dedicaron simplemente a limpiar y clasificar datos para dar sentido a 300 millones de mediciones del nivel del agua realizadas en 1,5 millones de pozos durante los últimos 100 años.
Luego vino la tarea de traducir la avalancha de datos en conocimientos reales sobre las tendencias mundiales de las aguas subterráneas. Después, los investigadores examinaron más de 1.200 publicaciones para reconstruir los límites de los acuíferos en las regiones de investigación y evaluar las tendencias del nivel del agua subterránea en 1.693 acuíferos.
“CAMBIAR LAS COSAS”
Sus hallazgos proporcionan el análisis más completo de los niveles mundiales de agua subterránea hasta la fecha y demuestran la prevalencia del agotamiento de las aguas subterráneas.
La profundización del agua subterránea es más común en climas más secos, con una disminución acelerada especialmente prevalente en tierras áridas y semiáridas bajo cultivo.
Por otro lado, hay lugares donde los niveles se han estabilizado o recuperado. La disminución de las aguas subterráneas de las décadas de 1980 y 1990 se revirtió en un 16% de los sistemas acuíferos de los que los autores tenían datos históricos. Sin embargo, estos casos son solo la mitad de lo que cabría esperar por casualidad.
“Este estudio muestra que los humanos pueden cambiar las cosas con esfuerzos deliberados y concentrados”, según Scott Jasechko, profesor asociado en la Escuela Bren de Ciencias y Gestión del Medio Ambiente de la Universidad de California en Santa Bárbara.
Los autores también analizaron la variabilidad de las precipitaciones durante las últimas cuatro décadas en 542 acuíferos. Descubrieron que el 90% de las zonas cuya disminución se estaba acelerando se encuentran en lugares donde las condiciones se han vuelto más secas en los últimos 40 años.
Es probable que estas tendencias hayan reducido la recarga de aguas subterráneas y hayan aumentado la demanda. La variabilidad climática también puede permitir que esa agua se recupere cuando las condiciones se vuelven más húmedas.
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