MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, confirmó este martes en el congreso de los diputados su intención de recuperar la Comisión Nacional de la Energía y separarla de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para que se dedique “íntegramente” a esta materia.
Así lo señaló Ribera en una comparecencia en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico de la Cámara Baja para presentar las líneas maestras de su departamento en la legislatura.
“Completar el giro dado a las políticas energéticas y ambientales es importante”, afirmó Ribera, quien añadió que “ha llegado el momento de dejar atrás los combustibles fósiles y cuanto antes lo hagamos, mejor”.
En esta línea, valoró los cambios aplicados por su departamento en el sistema energético en los últimos cinco años y citó alguno de los retos logrados, como que más del 50% de la generación eléctrica fuera de origen renovable en 2023. “Evidentemente fue el primer año pero no será el único si no todo lo contrario”, se felicitó.
También destacó que España concluyó el año pasado con los precios más bajos de la electricidad en Europa, a excepción de los países nórdicos y que la eólica lideró el mix de generación mientras la fotovoltaica se acercó a la producción de los ciclos combinados de gas.
Entre sus próximas actuaciones, destacó la próxima aprobación de la nueva estrategia nacional contra la pobreza energética en base a “lo aprendido estos años” y con el apoyo del Fondo Social del Clima que se creará en la Unión Europea. “Será una herramienta fundamental para reforzar la transición energética y que acompañe a los consumidores que más lo necesitan”.
Por otro lado, recordó que en los próximos meses el Gobierno debe aprobar la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) a 2030, documento que, según Ribera, ofrecerá “una visión ordenada y justa” de la transición energética.
Otra iniciativa anunciada por la vicepresidenta fue el lanzamiento de un proceso de consulta para identificar las mejores prácticas para conciliar los distintos intereses vinculados al despliegue ordenado de las renovables, así como el desarrollo de la producción eólica marina, buscando las zonas más adecuadas y protegiendo las que no lo son.
También contempla aprobar marcos regulatorios específicos para el hidrógeno y los gases renovables, además de medidas para impulsar el almacenamiento, los mercados de capacidad y los instrumentos de gestión de la demanda.
“Tenemos que sentirnos orgullosos de lo que hemos hecho ya que hemos puesto las bases de una transformación que no ha terminado. Tenemos que dar un paso más allá para seguir trabajando para un mejor futuro para todos”, concluyó.
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