MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
La Fundación de Estudio de Economía Aplicada (Fedea) abogó este lunes por un “intento de pacto” entre el PSOE y el PP para que la reforma del sistema de financiación autonómica sea “sensato” y avisó de que esa reforma “es deseable sólo si es para bien”, ya que “existe el riesgo de que se use como modelo de cambio para los nacionalistas”, para que “Junts se quede tranquilo”, lo que conllevaría una “deriva confederal”.
Así lo trasladó el director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, en un encuentro informativo organizado junto a la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) sobre financiación autonómica, en el que abordó los problemas del modelo actual y las propuestas para su reforma.
De la Fuente defendió una reforma del sistema de financiación autonómica “bien pensada y en profundidad”, a partir de un pacto político entre los partidos con mayor representación en el Congreso de los Diputados como son el PSOE y el PP. Así, defendió que una vez que se consiga ese “intento de pacto” es “más fácil que el resultado de la negociación sea sensato”. “Una vez que haya un núcleo de acuerdo hay que intentar ampliar el consenso con el resto de los partidos”, añadió.
Sin embargo, puntualizó que, pese a que “el sistema que tenemos ha ido funcionado a base de parches”, es cierto que “más o menos funciona”. Defendió que “esa reforma es deseable sólo si es para bien” porque “existe el riesgo de que la reforma no sea para bien”. “Si se usa como modelo de cambio para los nacionalistas, para que Junts se quede tranquilo”, indicó, conllevaría a una “deriva confederal que acabaría con un modelo de Estado no compatible con el mantenimiento de la cohesión territorial”.
Durante su intervención, De la Fuente explicó que uno de los principales problemas del modelo actual de financiación autonómica es su “exceso de complejidad y falta de transparencia”. Aseguró que “la gente no lo entiende” y, por tanto, “no lo puede valorar”.
NO “SOBRE-COMPENSAR”
Otro de los inconvenientes, a su juicio, es el “problema de equidad” que presenta, ya que “hay una distribución de recursos más desigual de lo que nos gustaría” entre las regiones. Así, reclamó que para reducir las desigualdades existentes es necesario “respetar la ordenación original de las comunidades”. “No tiene sentido sobre-compensar y hacer que las que venían detrás pasen por delante”, criticó. También apoyó que las autonomías que quieran gastar más “den la cara” y pidan más a sus ciudadanos mediante impuestos autonómicos. Apostó por buscar “formas solidarias” como el IVA colegiado, una medida ya exigida por los expertos, para “cederles a las comunidades un tramo del IVA y que ellas puedan subirlo o bajarlo”, con lo que los rendimientos de esas ganancias “se distribuyan en función de la población”.
De este modo, unió con los “problemas de eficiencia” y el “déficit de responsabilidad fiscal” que concatenan las regiones. “Las comunidades tienen la impresión de que pueden gastar más de lo que tienen porque el Estado responderá”, lamentó. “En algún momento se les acabará rescatando y eso es una tendencia al exceso de gasto y acumulación de deuda”, dijo.
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