Downing Street rechaza la postura de ACNUR y asegura estar “dando todos los pasos imaginables” para lograr la aprobación del plan
MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha lanzado una vez más una advertencia a las autoridades de Reino Unido sobre su plan para la deportación de migrantes irregulares a Ruanda, incidiendo en que este proyecto constituye una violación del Derecho Internacional.
Aunque el Ejecutivo de Rishi Sunak ha planteado modificaciones en su propuesta, para así tratar de evitar la judicialización del caso, ACNUR ha manifestado este martes una vez más sus reticencias a una política migratoria que se considera es la punta de lanza del jefe de Gobierno británico.
Así, ACNUR ha aseverado que, tras revisar el acuerdo actualizado entre Reino Unido y Ruanda, “mantiene su posición” de que el plan “no cumple con los estándares requeridos relacionados con la legalidad y la idoneidad del traslado de solicitantes de asilo y no es compatible con el derecho internacional de los refugiados”.
Tras su evaluación de la situación, ACNUR considera que el sistema de asilo de Ruanda no ha sido modificado para cumplir con los estándares requeridos y, por tanto, no garantiza los derechos de los refugiados que Reino Unido tiene previsto enviar al país africano.
De hecho, ACNUR recalca que las rutas seguras y legales para solicitar asilo en Reino Unido “siguen siendo inaccesibles para la abrumadora mayoría de los refugiados del mundo”, y que el plan para enviar migrantes a Ruanda “va en contra de los principios fundamentales de solidaridad global y responsabilidad compartida”.
LONDRES SE CENTRA EN LOGRAR ‘LUZ VERDE’ DE LA JUSTICIA
Esta advertencia de ACNUR se da en un día en que Downing Street ha incidido en que el Ejecutivo está “dando todos los pasos imaginables” para lograr que la Justicia de Reino Unido apruebe los vuelos de deportación a Ruanda con la incorporación de decenas de jueves para acelerar las causas abiertas.
De hecho, desde el Gobierno británico han rechazado este último informe de ACNUR sobre el asunto y han recordado que el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados “también tiene una asociación con Ruanda para garantizar que puedan recibir inmigrantes de manera segura”.
Los gobiernos de Reino Unido y Ruanda firmaron a comienzos de diciembre un nuevo tratado con el que trataron de solventar las dudas judiciales sobre el plan de deportaciones de migrantes, garantizando, por ejemplo, que los reubicados no puedan ser devueltos a en ningún caso a sus países de origen.
Desde su ascenso a la jefatura de Gobierno británico, Sunak ha abogado en todo momento por “detener los barcos” cargados de migrantes que llegan a las cosas de Reino Unido, si bien es cierto este proyecto es criticado por organizaciones de Derechos Humanos y la oposición.
De hecho, desde el Partido Laborista han recalcado este mismo martes que el plan para la deportación de migrantes a Ruanda es “inasequible, inviable e ilegal”, y aunque han reconocido la necesidad de ponerle freno a la migración ilegal, han abogado por abordar el asunto con “sentido común”.
Asimismo, los laboristas han cuestionado la postura del Gobierno sobre que Ruanda es un destino seguro, cuando el propio Tribunal Supremo británico ha señalado lo contrario. “Nos encontramos frente a un gobierno que está tratando de legislar para una realidad alternativa”, han manifestado desde la oposición.
“Aunque los ministros parecen creer que pueden aprobar un proyecto de ley que determine que el cielo es verde y la hierba es azul, eso no significa que sea así”, ha aseverado el ministro de Inmigración en la sombra, Stephen Kinnock.
Por otro lado, el plan también ha originado un cisma en el seno de los ‘tories’, donde algunas voces más conservadoras acusan a Sunak de quedarse a medio camino. Este asunto fue una de las causas de la dimisión de la polémica Suella Braverman como ministra del Interior.
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