PAMPLONA, 13 (EUROPA PRESS)
La Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha recibido en los últimos meses decenas de reclamaciones por servicios de pago a través de los móviles. Se trata de descargas de juegos, aplicaciones o suscripciones a diversos servicios que suponen un encarecimiento de la factura telefónica y que en ocasiones “se ha elevado a cientos de euros”.
Los servicios que han supuesto el pago son muy variados, desde juegos para el teléfono, suscripciones a revistas, chats de contactos, pornografía o información de todo tipo, por ejemplo. “Una circunstancia que se repite en muchos de estos casos es que el consumidor no sabe cómo contrató el servicio y se da cuenta varios meses después de que lo ha contratado, cuando ha supuesto un pago en su factura de cientos de euros”, explica la asociación.
En este sentido, ha indicado que “hay servicios que pueden resultar más caros pero otros que no son pagos llamativos, pero sí repetitivos, cada semana, dos semanas o mes, por lo que pasan desapercibidos para el consumidor en su factura telefónica hasta que ya ha pasado mucho tiempo”.
Algunos de los casos recibidos en Irache son de padres que acuden porque en el móvil de su hijo, del que ellos son los titulares y pagan las facturas, estas se han encarecido en los últimos meses 20 o 30 euros. En ocasiones se trata de juegos o aplicaciones para juegos, pero también hay casos de servicios para adultos.
En este sentido, una encuesta encargada por Irache revela que el 39% de los padres admite que no controla lo que ven sus hijos a través del teléfono móvil o la tableta electrónica. La asociación ha recordado que, además de la posibilidad de restringir en la línea cualquier pago a terceros, actualmente existen aplicaciones que ofrecen posibilidades para restringir el uso de los móviles por parte de menores y evitar el acceso a servicios no apropiados.
Según explica Irache, algunas de las grandes compañías, cuando el cliente se da de alta, activan por defecto el servicio de pago, que permite que se facturen compras o servicios de otras empresas, como los citados, a través de la factura telefónica. El consumidor tiene que desactivar este servicio para que no le vuelva a suceder.
CON UN CLIC, SIN CONSENTIMIENTO
En muchas ocasiones las contrataciones se dan “sin un consentimiento real del consumidor, a través de anuncios que saltan en internet y que el consumidor, sin quererlo, clica sobre él, a veces para quitarlo, y lo que hace es adquirir el servicio”. Con este toque en el móvil se da por aceptado el producto y se factura a través del recibo telefónico.
“El consumidor no suele ser consciente de ellos ya que son pocas las ocasiones en las que se le informa sobre la suscripción y además suele hacerse con un lenguaje poco claro que no permite comprender de qué se trata o los pagos que supone”, explica.
La mayor parte de quejas por pagos telefónicos no consentidos tienen que ver ahora con estos servicios de pago y otros tipos como los servicios de tarificación adicional, mensajería Premium o servicios añadidos de la propia compañía.
Algunas operadoras telefónicas devuelven el importe correspondiente a estos servicios cuando se reclaman “sin poner ninguna objeción, pero otras no lo hacen tan fácilmente y argumentan, bien que el servicio fue contratado y los cobros son correctos, bien que ellas no son las responsables de los servicios ni de los cobros”.
Irache ha remarcado que “lo más urgente es dar de baja cuanto antes el servicio para que no sigan facturando” y desactivar la opción de pagos a terceros en la línea telefónica para evitar que vuelva a suceder. La asociación ha solicitado que estos servicios estén desactivados por defecto y sea el consumidor quien los tenga que activar si es que está interesado. Además, ha pedido “un mayor control sobre el consentimiento de los pagos a terceros, especialmente los dirigidos a usuarios más jóvenes”.
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