Cuestionan que no se restrinja el tráfico en las zonas periféricas, cuando emiten “más emisiones”
VITORIA, 8 (EUROPA PRESS)
La asociación vecinal Ensanche XXI ha criticado el proyecto de Zona de Bajas Emisiones (ZBE), proyectado por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, al “limitar y restringir la accesibilidad al centro” de la capital alavesa, mientras que “las zonas periféricas” son las que cuentan con “mayor tráfico y emiten más emisiones”, además de solicitar que “se concrete el plan” en una nueva ordenanza municipal.
En un comunicado, la asociación vecinal se ha mostrado “sorprendida de cómo se está materializando la implantación progresiva de la Zona de Bajas Emisiones” en la ciudad.
“Primero se compran 22 cámaras de lectura de matrículas y una aplicación para la relación con la ciudadanía y, a continuación, se hace un plan que concrete los contenidos de la futura ordenanza. Sería mejor haberlo hecho al revés, para contar con un plan al inicio”, ha planteado.
Ensanche XXI ha recriminado que la ZBE “le toca a los habituales del centro, porque hasta ahora lo han aguantado todo” y ha censurado que se “limite, una vez más, la accesibilidad al centro”, cuando “las estaciones de medida de calidad del aire en la ciudad señalan a las zonas periféricas como las de mayor tráfico y, por tanto, de emisiones”.
“NUEVA RESTRICCIÓN”
Para la asociación vecinal, se trata de “una restricción más, que se acumula a las que ya viene soportando desde hace tiempo el centro, con peatonalizaciones y OTA, que “tiene sus consecuencias en el cierre de algunas franquicias en el Ensanche, que se trasladan al Boulevard”.
“Los centros comerciales de periferia no sufren ninguna restricción al tráfico y, a su vez, son uno de los mayores generadores de demanda de movilidad en la ciudad”, ha denunciado, para cuestionar “por qué no implantan la ZBE para ellos”.
Según han indicado, en la asociación Ensanche XIX no están “contra la disminución de emisiones”. “Criticamos la forma torpe de discriminar la ciudad, sin abordar los problemas mayores, sin conciencia alguna de los impactos indeseados y sin medidas para su compensación”, ha manifestado.
En su opinión, las nuevas cámaras, que solo leen matrículas, “pillan a una no autorizada y automáticamente le giran la receta de 200 euros y, a partir de ahí, caso de hubiese algo que alegar o reclamar, se pone uno a ello, pero con quién habla”.
En este sentido, la asociación ha preguntado “con quién se negocian las mejoras y correcciones para la mejora continua de la ordenanza de la ZBE, quién mide los impactos indeseados, cómo se coordinan los diferentes servicios de transporte público”; así como “la carga y descarga de mercancías y el tráfico”, entre otros asuntos.
Ensanche XXI ha cuestionado que haya “algún piloto a los mandos del proyecto”, para “liderarlo, de una forma estable, más allá de la legislatura” y ha puesto sobre la mesa la necesidad de conformar “una mesa de seguimiento” del mismo.
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