ROTA (CÁDIZ), 14 (EUROPA PRESS)
El buque de asalto anfibio ‘Castilla’ ha llegado este martes 14 de noviembre a la Base Naval de Rota, en la provincia de Cádiz, poniendo fin así al segundo despliegue del Grupo de Combate Expedicionario Dédalo-23 y tras cuatro meses participando en esta operación a lo largo del año 2023.
El ‘Castilla’ ha arribado en Rota tras visitar el pasado fin de semana el puerto de Barcelona, donde estableció jornadas abiertas al público para que se pudiera conocer este buque de la Armada, ha indicado el Ministerio de Defensa en una nota.
El despliegue comenzó el pasado 27 de septiembre y ha contado con la participación de los tres buques del Grupo Anfibio y de Proyección de la Flota –‘Juan Carlos I’, ‘Galicia’ y ‘Castilla’–, aviones Harrier, helicópteros de la flotilla de aeronaves de la Armada, un batallón reforzado de desembarco de Infantería de Marina y la fragata ‘Numancia’. En total, han tomado parte 1.415 profesionales de la Armada, de los que 588 son infantes de marina.
La primera actividad desarrollada fue una operación anfibia hispano-norteamericana en el campo de maniobras del Retín (Cádiz), para las que el buque norteamericano ‘Mesa Verde’ se integró en el grupo español junto con su batallón de marines. Durante nueve días ambos contingentes demostraron su capacidad de afrontar juntos cualquier tipo de misión con la máxima eficacia, gracias al alto nivel de compenetración tanto entre buques como entre unidades de infantería de marina.
A continuación, el grupo Dédalo-23 lideró el ejercicio Milex-23 de la Unión Europea. Aquí, por primera vez, Europa puso a prueba su capacidad militar desplegando una fuerza naval, aérea y terrestre de 2.898 personas procedentes de 21 países bajo mando español, el del comandante del grupo Dédalo-23, el contralmirante Gonzalo Villar.
Este ejercicio ha sido, según el Ministerio, un hito fundamental para la puesta en marcha de la capacidad de respuesta rápida de la Unión Europea acordada el pasado año por los 27 estados miembro en la brújula estratégica. De su importancia dio fe la presencia del alto representante de Política Exterior de la Unión, Josep Borrell, así como la de todos los jefes de Estado Mayor de la Defensa europeos.
Tras el ejercicio Milex, el grupo Dédalo participó en las actividades de vigilancia reforzada Neptune Strike bajo mando de la OTAN. Durante 12 días, los aviones Harrier del ‘Juan Carlos I’ realizaron más de 80 vuelos, compartiendo misiones con los aviones de los portaaviones ‘Queen Elizabeth’, británico, y ‘Cavour’, de bandera italiana.
Por último, el grupo Dédalo-23 tomó parte en el ejercicio OTAN Dynamic Mariner/Mare Aperto-23 en Cerdeña (Italia) junto con unidades navales, aéreas y de infantería de marina de 20 aliados.
La actividad de cuatro meses en la mar del grupo de combate expedicionario Dédalo-23 ha demostrado la capacidad de la Armada para llevar a cabo operaciones avanzadas en cualquier escenario por alejado que se encuentre del territorio nacional, durante períodos prolongados de tiempo, convirtiendo a este grupo en un importante elemento de disuasión en situaciones de crisis, ha aseverado el Ministerio de Defensa.
Aunque su cometido principal es llevar a cabo operaciones militares sobre tierra operando desde la mar, la variedad de capacidades que aportan al conjunto las unidades que lo componen permiten al Dédalo-23 reconfigurarse fácilmente para enfrentarse a todo tipo de misiones, desde las de máxima complejidad militar, como Neptune Strike, a las de ayuda humanitaria, como la llevada a cabo tras el terremoto que sacudió Turquía el pasado mes de febrero.
En esa ocasión, el grupo se puso a disposición de las autoridades locales de emergencia para asistir a la población con todos sus medios y llevó a cabo múltiples tareas de asistencia humanitaria como distribución de alimentos y agua, instalación de campamentos para damnificados, descarga de buques y aviones con ayuda humanitaria y búsqueda de supervivientes entre los escombros, contribuyendo a salvar las vidas de un adulto y un niño de siete años.
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