MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Ciclistas, automovilistas y moteros han lamentado que el año 2023 haya finalizado con 1.145 fallecidos en las carreteras españolas, lo que supone la misma cifra de muertos en siniestros de tráfico que en 2022.
“Vemos los datos como una auténtica tragedia, los datos siguen siendo muy malos”, ha sentenciado en declaraciones a Europa Press la gerente de la Coordinadora en Defensa de la Bici ConBici, Laura Vergara, quien reclama la entrada en vigor del Real Decreto de Protección a Vulnerables.
La gerente de ConBici recuerda que la mitad de la población no tiene carnet de conducir y tiene “derecho a circular con seguridad” y a disfrutar de las ciudades y los entornos, por lo que pide inversión en infraestructura que impulse la transformación de las ciudades y que se reforme el Reglamento General de Circulación “de forma inminente”. En su opinión, las medidas que se están tomando “no son suficientes y así lo muestran los datos”.
La Fundación RACE (Real Automóvil Club de España) ha calificado de “inasumible” la cifra de fallecidos en las carreteras españolas durante 2023 y ha reiterado la necesidad de adoptar una estrategia consensuada entre las organizaciones, asociaciones y administraciones que conforman el ecosistema de la movilidad y la seguridad vial para reducirlas.
Ante estos datos, la Fundación RACE considera que “la falta de mantenimiento y la escasa inversión de infraestructuras no ayuda a la reducción de estas cifras”. Además, advierte de que el incremento de impuestos por el uso de las autopistas de peaje (que ha comenzado a aplicarse el 1 de enero) supone una nueva carga para el bolsillo de los conductores y, además, comporta un incremento del riesgo vial “al obligar a muchos usuarios a buscar vías alternativas más peligrosas como las que conforman la red secundaria”.
Para la Fundación RACE es “especialmente alarmante” la cifra de motoristas fallecidos, que se ha incrementado hasta alcanzar los 299, siendo el colectivo cuya siniestralidad es cada vez mayor desde hace más de una década.
Asimismo, lamenta que siga siendo elevada la cifra de ocupantes que viajaban en turismo y furgoneta y no llevaban el cinturón de seguridad en el momento del accidente (138 en 2023 frente a 142 del año anterior), que 9 ciclistas y 8 motoristas no llevaban casco en el momento del siniestro, y el incremento de la mortalidad infantil, que registró 22 fallecidos, la segunda mayor cifra desde 2014.
Por todo ello, reclama activar acciones efectivas de formación, información y concienciación para los automovilistas, motoristas y usuarios de la vía sobre las consecuencias de la no utilización de los elementos de seguridad, y del incumplimiento de las normas de movilidad y seguridad vial.
Incrementar la inversión en vías convencionales, potenciar el uso de las autovías y autopistas, apostar por la formación y concienciación de los automovilistas, e incentivar la modernización del parque automovilístico, cuya media de edad ha aumentado hasta los 14 años, siguen siendo los cuatro pilares fundamentales para la Fundación RACE para reducir la siniestralidad vial en las carreteras.
Para el consejero asesor de la consultora PONS Mobility, Ramón Ledesma, los datos muestran una “preocupante tendencia” respecto a los motociclistas, que siguen incrementando su porción de siniestralidad en el total de datos.
Así, en el año 2000 representaban un 6% de los fallecidos, mientras que en el año 2023 ya representan el 25%. “Las previsiones apuntan a que, sin medidas para revertir la tendencia, en 2030 un 30% de los fallecidos en carretera serán motoristas”, prevé el experto.
“UN ERROR DAR CARTA BLANCA PARA LLEVAR MOTOS DE 125 CC”
La Plataforma Motera para la Seguridad Vial y la Unión Internacional para la defensa de los motociclistas (IMU) han lamentado que en 2023 hayan fallecido un total de 299 motoristas en las carreteras españolas, lo que supone un 19% más que en 2022, cuando murieron 254.
“Qué gran error fue el dar carta blanca a aquellos que poseían una antigüedad de tres años en el permiso B para poder llevar motocicletas de 125 centímetros cúbicos”, ha comentado a Europa Press la portavoz y vicepresidenta de la Plataforma Motera para la Seguridad Vial, María José Alonso.
Por ello, ve con buenos ojos que la Dirección General de Tráfico, ante el aumento en la siniestralidad de motoristas, vaya a establecer un curso obligatorio para los conductores con permiso B con tres años de antigüedad que quieran conducir motos de hasta 125 centímetros cúbicos.
Por su parte, el responsable del área de Seguridad Vial de la Unión Internacional para la defensa de los motociclistas (IMU), Juan Carlos Toribio, ha señalado que las cifras de motoristas fallecidos “bajo ningún concepto pueden considerar un éxito en materia de seguridad vial, sino más bien un fracaso”.
“Los datos ofrecidos y también sesgados muestran cómo se acentúa de forma grave el fracaso de la DGT en la protección de la seguridad vial de este sector. La DGT sigue mirando para otro universo cuyos objetivos son el control de la velocidad, el alcohol, las distracciones y las drogas, un universo muy lejos de la realidad de riesgo que sufren los ciudadanos motociclistas y que, desde hace años, venimos denunciando ante la DGT”, ha sentenciado Toribio.
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