Defiende el papel de las diputaciones provinciales como emancipadoras de ayuntamientos: “Somos su 112”
ALBACETE, 2 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Diputación de Albacete, Santi Cabañero, ha colocado terminar la mudanza del Instituto de Estudios Albacetenses al Chalé Fontecha o la noticia de que el Teatro Circo podrá lucir por fin la etiqueta de Patrimonio Mundial de la Humanidad como dos de los grandes titulares que confía en poder leer a lo largo del recién estrenado 2024.
En una entrevista con Europa Press, Cabañero ha apuntado que en un contexto donde la función de una institución que preside no es acaparadora de grandes titulares, su confianza pasa por apuntalar como “grandes proyectos” la prestación de servicios a los ayuntamientos de la provincia, como la gestión de residuos o un buen servicio de extinción de incendios.
Avanzar en joyas de la corona como ‘Dipualba protege’, iniciativa de su Diputación a través de la cual han conseguido llegar a 1.400 personas en situación vulnerable para abrirles las puertas del mercado laboral con más de 10 millones de euros invertidos, es otro de los hitos que espera apuntalar en 2024.
“Queremos seguir siendo referencia para los ayuntamientos de la provincia”, ha señalado, más allá de que la “ambición” de una Diputación no ha de pasar por “grandes titulares”.
A SEGUIR “EMANCIPANDO” A LOS AYUNTAMIENTOS
Santi Cabañero ha ensalzado el papel de las instituciones provinciales en el panorama político y de prestación de servicios a nivel nacional.
Una entidad que no tiene la vocación de “ser un ser superior jerárquico de ayuntamientos” y que ha de desterrar la “visión maternalista” que se tiene de ella, ya que los principios básicos de su funcionamiento han de estar “en la igualdad”.
Así, cada institución tiene “sus competencias” pero siempre ha de tenerlas “de forma autónoma”, y la de las diputaciones es “ser un ente colaborador de ayuntamientos, que mancomune servicios”.
“Hay que estar ayudando a los ayuntamientos y eso hemos intentado, poniendo recursos a su servicio sin tener que decirles dónde invertirlos. Eso sería soberbio. ¿Quién soy yo para decir a un ayuntamiento cuáles son sus necesidades? Creemos en la escucha activa y en el diálogo continuo”, ha apuntado.
Para abundar en esta función, lo que ha de hacer una Diputación según Cabañero es “seguir creando instrumentos que empoderen” a los consistorios para que “sean autónomos”.
Y todo ello con una red de servicios que pueda ser aprovechada a lo largo de todo el territorio. “No tiene sentido que cada ayuntamiento tenga un parque de bomberos o un servicio de recogida de residuos. Para eso estamos nosotros”, ha indicado.
Un papel, el de las instituciones provinciales, que tal y como ha recordado ya nadie se atreve a discutir, después de que en el pasado formaciones políticas como Ciudadanos abogaran por su desaparición.
“Somos el 112 de los ayuntamientos. Cuando a un alcalde se le cierran las puertas, somos la única administración”, ha indicado.
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