MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Los esfuerzos actuales de reducción de gases de efecto invernadero llevarán al planeta a aumentar su temperatura global 2,9 grados centígrados a final de siglo, mientras que “ninguno” de los países del G-20 está cumpliendo con sus compromisos de descarbonización, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que advierte de que alcanzar el objetivo del Acuerdo del Clima de París –de limitar el calentamiento a 1,5ºC– solo tiene “en el mejor de los escenarios” un 14 por ciento de posibilidades.
Justo a diez días de que comience la XXVIII Cumbre del Clima de la ONU en Emiratos Árabes Unidos, el PNUMA publica el ‘Informe de Brecha de Emisiones 2023: Records rotos-Temperaturas que llegan a nuevos máximos mientras el mundo falla en recortar emisiones (otra vez)’. En esta cumbre, los países deberán dar cuenta de su reducción de emisiones desde la implantación del Acuerdo de París.
El trabajo científico expone que el incremento de la temperatura respecto a los niveles preindustriales se situará entre 2,5 y 2,9ºC a no ser que los países incrementen su acción climática y vayan más allá de sus compromisos para 2030 acordados en el Acuerdo del Clima de París.
El PNUMA pone cifra a ese aumento de exigencia y estima que las emisiones previstas en 2030 deberán recortarse entre un 28 y un 42 por ciento respecto a la actual política de escenarios para cumplir los objetivos de limitar la temperatura global a final de siglo a 2ºC y a 1,5ºC respectivamente.* “Mantener la posibilidad de cumplir los objetivos del Acuerdo de París exige reforzar significativamente la mitigación en esta década para reducir la brecha de emisiones”, indica el informe, que valora que esto facilitará objetivos de emisiones más ambiciosos en 2035 en la nueva ronda de compromisos e incrementará las oportunidades de alcanzar las promesas de emisiones netas cero, que cubrirán en torno al 80 por ciento de las emisiones globales de CO2.
La directora del PNUMA, Inger Andersen, ha manifestado este lunes en rueda de prensa que “no queda una persona o una economía en el planeta que no haya sido afectada por el cambio climático”, así que se necesita parar los indeseados récord de gases de efecto invernadero, las altas temperaturas y el clima extremo”.
De ese modo, ha insistido en la importancia de levantar el vuelo del mismo viejo ritmo de ambición insuficiente y de falta de acción y comenzar a establecer otros récord: “de reducción de emisiones, de transición verde y justa y de financiación climática”.
El trabajo destaca que hasta el principio de septiembre, en este 2023 se han alcanzado temperaturas de más de 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales 86 días y que septiembre fue el mes más cálido nunca antes registrado, con una temperatura media mundial de 1,8ºC por encima de los niveles preindustriales.** Asimismo, el PNUMA refleja que las emisiones de GEI aumentaron un 1,2 por ciento entre 2021 y 2022 hasta las 57,4 gitatoneladas de CO2 y que la tendencia conlleva a caminos de mayor desigualdad social. A consecuencia de estas “preocupantes” tendencias y de los esfuerzos “insuficientes” en mitigación. De hecho, la implantación total de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) llevarán a superar en 2,5ºC los niveles preindustriales, con un 66 por ciento de probabilidades.* En definitiva, el documento insiste en que el planeta necesita reducir sus emisiones un 28 por ciento de aquí a 2030 para estar en la senda de limitar el incremento global de temperatura a 2ºC con un 66 por ciento de posibilidades y un 42 por ciento para el alcanzar el objetivo de 1,5ºC a final de siglo.
En términos absolutos esto supone que con las NDC actuales, se necesita un recorte adicional de emisiones de CO2 de 14 gigatoneladas de CO2 en 2030 para llegar al objetivo de 2ºC y de 22 gitatoneladas de CO2 para abrazar el objetivo de 1,5ºC de límite de incremento térmico.
FALTA DE CREDIBILIDAD
Pero insiste el PNUMA en que las NDC de largo plazo y las promesas de cero emisiones actuales podrían hacer posible lograr el reto de los 2ºC. Sin embargo, añade que el problema es que estos compromisos, en la actualidad no se consideran “creíbles” ya que denuncia la ONU que “ninguno de los países del G20″ están reduciendo sus emisiones en una senda consistente con sus objetivos de descarbonización total”, sino que, al contrario, las aumentaron un 1,2% en 2022.
El informe de brecha de emisiones precisa que desde la COP27 DE 2022 nueve países han remitido nuevas o actualizadas NDC y que en total, a nivel mundial 149 países las han actualizado. Así, indica que si todos estos nuevos compromisos incondicionales se implantan por completo, se lograría un recorte global de emisiones en 2030 de 5 gigatoneladas respecto a las NDC iniciales. Los compromisos actualizados de estos nueve países sumarían 0,1 gitatoneladas de CO2 del total.
El PNUMA incide en que los países con mayor capacidad financiera y mayor responsabilidad en las emisiones, en especial entre los del g20, tienen que adoptar una acción más ambiciosa y más rápida y proporcionar el apoyo financiero y técnico necesario a los países en desarrollo.
Finalmente, el trabajo refleja que los países de rentas bajas y medias contribuyen a más de dos tercios de las emisiones globales de GEI por lo que la ONU les insta a desarrollar un crecimiento económico de bajas emisiones. En la actualidad, el petróleo y el gas extraído y con proyectos planificados podría emitir más de 3,5 veces el presupuesto de carbono disponible para limitar la temperatura global a 1,5 grados y prácticamente todo el presupuesto para el objetivo e 2ºC.
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