SEVILLA, 21 (EUROPA PRESS)
La Mahler Chamber Orchestra, considerada uno de los conjuntos de música de cámara más importantes del mundo, se subirá a las tablas del Teatro de la Maestranza el próximo 26 de noviembre a las 19,00 horas para inaugurar una de las novedades de la temporada 23-24 del coliseo sevillano, el ciclo Gran Selección integrado por ocho formaciones.
La Mahler Chamber Orchestra, fundada en 1997 por el director italiano Claudio Abbado, está integrada por 50 músicos de 20 nacionalidades diferentes. La historia de esta orquesta es una muestra “palpable” de lo que supone ser “un músico apasionado” ya que fue formada junto a miembros de la Orquesta Juvenil Gustav Mahler que decidieron crear esta orquesta para continuar tocando juntos, ha recordado el Teatro en una nota de prensa.
Han recorrido más de 35 países de los cinco continentes desarrollando colaboraciones con músicos de alto nivel, como Minkowski o Jonas Kaufmann. La Mahler acaba de cumplir 25 años con proyectos que llevan la música, la enseñanza y la creatividad a comunidades de todo el planeta como es el caso de su último proyecto de realidad virtual, Future Presence, una experiencia inmersiva con la que el público puede experimentar la música desde dentro para que sientan cómo la crean y escuchan los propios músicos.
Se trata además de uno de los pocos ejemplos de “orquestas democráticas” ya que no tiene un órgano directivo, no representa a ningún país ni auditorio y las decisiones se toman por consenso entre sus integrantes, incluidas las audiciones para cubrir las plazas vacantes. Al frente estará el célebre director italiano Daniele Gatti (1961), una de las grandes batutas europeas tras ser director titular de la Royal Philharmonic Orchestra, de la Ópera de Zúrich, y de la Nacional de Francia.
Gatti, director musical de la Orchestra Mozart, director titular del Teatro del Maggio Musicale Fiorentino y, a partir de 2024, director titular de la prestigiosa Staatskapelle Dresden, visita Sevilla para dirigir un programa que gira alrededor de la herencia y el retorno al clasicismo e integrado por obras como la popular Sinfonía Clásica de Serguéi Prokófiev, considerada como una de las primeras obras pertenecientes al Neoclasicismo musical del siglo XX y en la que Prokófiev nos propone el juego de imaginar cómo sonaría, con algunas variaciones, una sinfonía de Haydn compuesta en pleno siglo XX.
Junto a ella, la Sinfonía Concertante Hob 1/105 de Joseph Haydn, obra de 1792, concebida para el lucimiento de sus cuatro solistas –violín, chelo, oboe y fagot–, una obra “sencilla, muy divertida, que alterna acentos dramáticos con burlescos”. Por último, la Sinfonía en do mayor de Igor Stravinski, una pieza radicalmente antimodernista concebida paradójicamente por el compositor “más innovador y rupturista de los inicios del siglo XX”.
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