Después de la agresión sexual, el hombre volvió a intentar acceder en tres ocasiones al domicilio de la perjudicada
ALICANTE, 28 (EUROPA PRESS)
La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a 13 años y tres meses de prisión a un hombre por violar a una mujer después de entrar en su casa, en la ciudad de Benidorm, a través del balcón. La Sala le considera autor de un delito de agresión sexual en concurso con un delito de allanamiento de morada.
Además, también le declara autor de otros tres delitos de allanamiento en grado de tentativa, pues después de cometer la violación, en días sucesivos, trató de entrar por el mismo procedimiento al domicilio de la víctima hasta en tres ocasiones, según ha indicado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) en un comunicado.
La Sala ha impuesto también al agresor la medida de libertad vigilada durante ocho años, a partir del cumplimiento de la pena de cárcel, y la inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio que conlleve contacto regular y directo con menores de edad, sea o no remunerado, durante 20 años.
Igualmente, no podrá acercarse a menos de 300 metros de la perjudicada ni comunicarse con ella por ningún medio durante un periodo de 21 años.
La sentencia ha sido dictada después de que un jurado popular emitiera un veredicto de culpabilidad y establece que el condenado indemnice a la víctima con 25.000 euros por los daños morales sufridos.
Según el relato de hechos probados recogidos en la resolución judicial, el penado sabía que la mujer tenía una movilidad reducida porque el 29 de septiembre de 2021 él mismo, junto a un amigo, la habían llevado a su casa tras haber sufrido una caída que le ocasionó la fractura de la tibia y el peroné.
Con el conocimiento de esta limitación, el 12 de noviembre de ese mismo año, el hombre se dirigió a la vivienda de la perjudicada, ubicada en el segundo piso de un bloque de viviendas de Benidorm, en cuya planta baja hay un restaurante con un tejado de uralita.
Una vez allí, se encaramó al tejado del bar y de ahí escaló por los barrotes de los balcones hasta llegar a la segunda planta, para acceder al piso de la mujer a través de la cristalera. Dentro de la vivienda, sorprendió a la inquilina en la cocina, le tapó la boca y la llevó a rastras hasta una habitación, donde la agredió sexualmente. Tras ello, abandonó la casa por la puerta principal, después de advertirle a la agredida de que volvería.
El condenado cumplió esa amenaza hasta en tres ocasiones más, el 27 de noviembre y los días 2 y 28 de diciembre del mismo año, cuando subió al techo del bar y trepó por la fachada de la finca hasta llegar a los barrotes del balcón de la perjudicada.
Sin embargo, en ninguna de estas ocasiones consiguió entrar al domicilio debido a los gritos en demanda de auxilio de la mujer o por la intervención de un amigo de ella, que se había mudado a su casa unos días antes, ante la situación de temor generada por la violación.
La sentencia, dictada por la Audiencia alicantina, no es firme y puede recurrirse ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
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