MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
ERC, Bildu, Podemos y BNG han pedido que el Congreso investigue la etapa de Luis Rubiales como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), de forma que se aclare si en este período ha habido episodios de acoso sexual, actuaciones corruptas o espionaje.
Estos partidos anunciaron este miércoles que han registrado una solicitud de comisión de investigación sobre este asunto, que, para llevarse a la práctica, deberá contar con el apoyo del PSOE para sumar mayoría absoluta en el Pleno de la Cámara Baja.
ERC y los otros partidos consideran que los diputados deben indagar sobre los “escándalos” que entienden que se deducen de informaciones que han aparecido sobre la etapa de Rubiales en la RFEF.
El mandato de Rubiales al frente del fútbol español se inició el 17 de mayo de 2018 y terminó el pasado 26 de agosto, cuando la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) le suspendió por el beso no consentido a la jugadora Jenni Hermoso tras la victoria del combinado nacional en la final de la Copta del Mundo.
“POSIBLES AGRESIONES SEXUALES”
En este sentido, estos partidos apuntan que, tras el beso a Hermoso, se han conocido “noticias preocupantes relacionadas con la falta de ética y transparencia del funcionamiento” de la RFEF y de algunos de sus miembros, “así como la resistencia a ejecutar cambios estructurales en la federación que garanticen la igualdad y no discriminación de género”.
Por este motivo, estas formaciones piden que el Congreso investigue “las eventuales conductas personales que pueden ser constitutivas de delito de género en el seno de la RFEF en toda su estructura”.
Esto debería incluir “el cumplimiento del Protocolo de la Real Federación Española de Fútbol para la prevención, detección y actuación frente al acoso y abuso sexual”, así como “la composición y funcionamiento de los órganos a cargo de depurar responsabilidades en caso de que se cometan posibles agresiones sexuales”.
Otra línea de actuación debe aclarar “el presunto cobro de comisiones irregulares por parte de los directivos de la RFEF”, así como la “presunta administración desleal” de la entidad. También debería indagarse en “las acusaciones de espionaje, coacciones o presiones por parte de los altos cargos actuales y de los últimos años” de este organismo del fútbol español.
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