El coste de las obras de restauración ha ascendido a 689.000 euros
PAMPLONA, 26 (EUROPA PRESS)
La consejera de Cultura, Deporte y Turismo del Gobierno de Navarra, Rebeca Esnaola, ha visitado las obras de restauración recientemente terminadas del puente de Bereau, promovidas por la Dirección General de Cultura/Institución Príncipe de Viana, junto al alcalde de Lesaka, Ladis Satrustegi, José Luis Franchez, arquitecto director de las obras, y Javier Leache, de Construcciones Leache S.L., empresa adjudicataria de las obras.
Según han explicado desde el Ejecutivo foral en una nota de prensa, el puente está situado entre los términos municipales de Lesaka y Etxalar, a unos 2 kilómetros al este de Lesaka, en el denominado paraje de Bereau, y es de titularidad municipal de los Ayuntamientos de Lesaka y Etxalar. Las obras de restauración comenzaron el 27 de junio de 2022 y han tenido un coste de 689.010,83 euros.
En la actualidad el puente, que desde 1977 dejó de pertenecer a la Red de Carreteras, sirve de paso peatonal y de bicicletas entre las dos orillas del Bidasoa, que en la margen izquierda da acceso a la Vía Verde del Bidasoa y en la margen derecha conecta en el punto kilométrico 43,700 de la NA-1210.
PUENTE DE “GRANDES DIMENSIONES”
El puente, “de grandes dimensiones y de perfil ligeramente alomado”, salva el cauce del río Bidasoa mediante cuatro arcos semicirculares jalonados por tres tajamares con sus respectivas pilas y tiene una longitud total de 75 metros. La piedra empleada en su construcción es una caliza de color gris oscuro.
El puente “quedó desfigurado por las sucesivas obras de ampliación de su calzada realizadas por la Diputación foral de Navarra en el siglo XX para capacitarlo para el tránsito de vehículos”, con una ampliación de la anchura de paso de su calzada con losa sobre ménsulas de hormigón armado, y empotradas en los tímpanos de cada arco a ambos lados.
TRABAJOS REALIZADOS
Las obras de restauración han comprendido los trabajos propios para “recuperar la configuración medieval” de esta construcción, además de las labores de conservación para “garantizar su durabilidad”.
Las obras se han planteado en dos campañas temporales, entre 2022 y 2023, separadas en el tiempo por el parón invernal y primaveral, en el que “no era posible disponer de andamios sobre el cauce por las crecidas del río Bidasoa, y por razones de protección medioambiental, evitando interferir en el periodo reproductivo de los salmónidos”.
En el desarrollo de esta restauración, se han colocado andamios en los dos alzados (aguas arriba y abajo) y bajo los arcos para poder realizar en condiciones adecuadas los trabajos previstos. Se han desmontado varias hiladas movidas o deterioradas en coronación de los tímpanos y de las aletas a ambos lados del puente, y se han reconstruido aletas, pretiles y partes altas de los tajamares.
Los pretiles se han reconstruido con sillarejo en los tramos rectos y sillería en los tajamares, rematados con tapas de sección rectangular de piedra caliza.
Todos los trabajos de cantería se han realizado con piedra caliza gris, recibida y rejuntada con mortero de cal hidráulica natural. Se ha repuesto un nuevo pavimento de adoquín de piedra caliza en la calzada. Además, se han retirado dos postes de madera y el tendido aéreo de telefonía que cruzaba el puente, que se ha canalizado bajo el pavimento de adoquín. En la margen izquierda, desde la Vía Verde, se ha construido un nuevo acceso con gradas y rampa.
PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO DE NAVARRA
Las características históricas y constructivas del puente de Bereau, de origen medieval y vinculado a la ferrería de este paraje, permiten afirmar que “se trata de un bien inmueble de interés histórico-artístico que forma parte del patrimonio cultural de Navarra”.
En este sentido, el puente está incluido en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Navarra, y se reseña en la Gran Enciclopedia Navarra.
En 1988 la Agrupación de Transportes del Bidasoa S.C.L. tramitaba ante el Ayuntamiento de Lesaka una petición para demoler el puente de Bereau. El Servicio de Caminos del Gobierno de Navarra “informó favorablemente aquella solicitud aduciendo que el puente estaba fuera de servicio (ya no pertenecía a la red de carreteras) y que, por tanto, no tenía utilidad alguna”.
Sin embargo, “afortunadamente”, la Secretaría Técnica del Departamento de Economía y Hacienda trasladó esa petición a la Institución Príncipe de Viana, que en julio de 1988 informaba desfavorablemente la demolición indicando que “se trataba de uno de los mejores puentes medievales sobre el río Bidasoa, y que el hecho de encontrarse fuera de servicio no suponía la pérdida de sus valores arquitectónico e histórico”.
INFORMACIÓN HISTÓRICA
Con motivo de las obras de restauración se ha redactado un informe histórico para contextualizar el origen de este puente medieval. El informe, redactado por Francisco Labé Valenzuela y Ana Carmen Sánchez Delgado, ha aportado importantes datos que permiten confirmar su origen medieval vinculado, al comercio del mineral de hierro y la ferrería de Bereau, documentada en el siglo XIV y activa todavía en 1830, y con la que comparte denominación.
Por este camino del Bidasoa, entre los siglos XIII y XV, circulaban hacia los puertos guipuzcoanos el hierro de las ferrerías de Larraun, Leiza, Areso, Goizueta, Cinco Villas -Vera, Lesaca, Echalar, Yanci, Aranaz-, Basaburua Menor, comarca de Santesteban y Valcarlos, y los productos agropecuarios como trigo, vino, aceite, lana, cuero y cáñamo. Las importaciones eran sobre todo productos como pescado fresco y seco.
La villa de Lesaka quedaba emplazada en este eje de circulación mercantil entre Pamplona y Gipuzkoa y junto con Doneztebe y Bera eran los principales centros de cobro de peajes y sacas. Dentro del control comercial que la corona navarra impuso desde mediados del siglo XIV, se encuadra la instauración en 1376 de la “botiga del hierro”, un “auténtico monopolio” de este mineral.
La administración regia compraba el hierro de todas las ferrerías del reino al precio que ella fijaba y lo trasladaba a las botigas reales o almacenes de hierro creados en Pamplona, Lesaka, Bera y Luzaide/Valcarlos.
En este contexto de mediados del siglo XIV “es muy probable que se construyera un puente de conexión entre los dos ramales del camino real hacia Irún y los puertos del Cantábrico”.
Según el Ejecutivo, “no se conoce la fecha concreta ni los materiales de su construcción, pero en 1430 consta la mención documental en la que la villa de Leska reserva una bustaliza para extraer madera de roble y fresno destinada a la reparación de los dos puentes de Bereau”.
A partir de esta fecha se documentan muchas reparaciones en el puente, “si bien interesa destacar las realizadas en 1538 por el maestro de obras Pedro de Jorajuría, que permiten concluir que en estas fechas el puente era completamente de piedra”. De esta información “cabe considerar que su construcción debió realizarse en fechas anteriores y en piedra, quizás con una fisonomía semejante a la que se puede contemplar ahora”.
Con motivo de la guerra de la Convención francesa (1793-1795), se ocasionaron “muchos daños” en las rutas de comunicación y en el caso de la villa de Lesaka se destruyó parte del puente de Bereau para evitar la entrada de las tropas francesas hacia Pamplona.
En las primeras décadas del siglo XIX, la villa de Lesaka reclamó a la Diputación del Reino la reparación en piedra del puente que finalmente se acometió y la adjudicación de la obra se hizo “a remate de candelas” a favor de Juan José de Echarte Tomasenecoborda, vecino de Lesaka.
En el siglo XX se producirían diversas obras de ampliación que desfiguraron su imagen y que ahora se ha revertido para devolver al puente su fisonomía original.
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