SANTANDER, 23 (EUROPA PRESS)
La economía de Cantabria podría crecer un 1,5% este año, según las previsiones realizadas por la sociedad de estudios del Grupo Unicaja Banco, que también apuntan que en 2024 la tasa de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) regional podría situarse en el 1,4%, en un contexto de elevada inflación y elevados tipos de interés, debilitamiento de la actividad a escala internacional y crecientes tensiones geopolíticas.
Asimismo, Unicaja Banco estima que, en el promedio de 2023, el número de ocupados –según cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA)– crezca un 1,2%, sustentándose la creación de empleo en el sector servicios y la construcción.
En lo que se refiere al mercado de trabajo, se estima que el número de ocupados –según cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA)– crezca un 1,2% en el promedio de 2023, hasta alcanzar los 251.200, en torno a un punto más de lo estimado en marzo, debido al mayor crecimiento de lo previsto en la primera mitad del año en el sector servicios y la construcción.
Asimismo, la cifra de parados podría descender un 6,6%, lo que situaría la tasa de paro en el 8,7% en el promedio del año, 0,7 puntos porcentuales por debajo de la de 2022 y alrededor de 3,5 puntos inferior a la estimada para el conjunto de España.
Para 2024 se prevé un crecimiento del empleo del 1%, al tiempo que el número de parados se reduciría hasta algo menos de 23.000 en el promedio del año, estimándose una tasa de paro del 8,2% (11,5% en España).
SEGUNDO TRIMESTRE DE 2023
El estudio de Unicaja Banco también indica que el PIB de Cantabria registró un crecimiento del 0,5% en el segundo trimestre de 2023, tras crecer un 0,3% en el trimestre anterior, según los datos de la Contabilidad Regional Trimestral de Cantabria del Instituto Cántabro de Estadística (ICANE).
En términos interanuales, se estima un crecimiento del 1,2% (2,2% en España), 0,3 puntos inferior al registrado en el primer trimestre.
Desde la óptica de la demanda, el ritmo de crecimiento del consumo privado se habría ralentizado, en un contexto de elevada inflación y pérdida de capacidad adquisitiva.
Las ventas minoristas han registrado hasta julio un mejor comportamiento que en 2022, pero la producción industrial de bienes de consumo ha descendido en el mismo periodo.
Por su parte, la producción industrial de bienes de equipo apuntaría a un menor dinamismo de la inversión en maquinaria y bienes de equipo, al igual que la inversión en vivienda, registrándose un descenso de las compraventas en la primera mitad del año.
En lo referente a la demanda exterior, el valor de las exportaciones de bienes ha alcanzado en el primer semestre de 2023 los 1.776,2 millones de euros, lo que supone un descenso del 0,4% con relación al mismo periodo del año anterior (4,7% en España).
Este descenso se ha debido, en gran medida, a la disminución en el valor de las exportaciones de semimanufacturas (fundamentalmente hierro y acero y productos químicos), que suponen cerca del 35% del valor exportado por la región y han descendido un 11,4% en términos interanuales.
Por el contrario, el valor de las exportaciones de bienes de equipo, que suponen alrededor de una cuarta parte de las exportaciones regionales, ha aumentado más de un 10%.
Por el lado de la oferta, en el segundo trimestre de 2023, los incrementos del valor añadido en la construcción (0,5%) y en el sector servicios (1,1%) han contrarrestado los descensos en el sector agrario y la industria (-0,9% y -1,1%, respectivamente).
En términos interanuales, destaca el crecimiento del sector servicios (2,8%) y, dentro de este, el aumento en las ramas de comercio, transporte, hostelería, información y comunicaciones (5,6%), que suponen alrededor de un tercio del sector servicios y en torno a una cuarta parte del VAB generado por la economía cántabra.
En lo que respecta al mercado de trabajo, el crecimiento del empleo se habría intensificado en el primer semestre con relación a la segunda mitad de 2022, según los datos de la EPA.
Asimismo, la afiliación de trabajadores a la Seguridad Social también habría registrado una ligera aceleración en su ritmo de aumento, si bien en el acumulado del año el número de trabajadores ha crecido alrededor de la mitad que en el conjunto de España.
Según la EPA, se estima un total de 255.800 ocupados en el segundo trimestre del año, lo que representa un aumento de 9.100 personas con relación al primero, sustentado principalmente en los servicios de mercado y, especialmente, en la rama de comercio, transporte y hostelería.
En términos interanuales, el empleo ha crecido un 1,5% (2,9% en España), debido, sobre todo, a los aumentos en la construcción y en los servicios de no mercado, que han compensado los descensos en la industria y el sector agrario.
En cuanto al desempleo, el número de parados ha aumentado un 0,9%, situándose la tasa de paro en el 8,1% (11,6% en España), muy similar a la estimada un año antes.
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