VALLADOLID, 22 (EUROPA PRESS)
El joven Jorge V.S, quien en abril de 2022 mordió en la oreja a su compañero de piso y a un taxista en Valladolid, fruto de un proceso psicótico acrecentado por la ingesta de drogas, seguirá tratamiento psiquiátrico en régimen interno por espacio de dos años y medio.
El fiscal del caso solicitaba inicialmente en su escrito de calificación provisional que dicho tratamiento lo siguiera de forma ambulatoria durante tres años, si bien se ha acordado que Jorge V.S. sea tratado por especialistas en régimen cerrado, tal y como ha aconsejado una médico forense durante la breve vista de conformidad celebrada este viernes en la Audiencia de Valladolid.
En su sentencia recogida por Europa Press, la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia vallisoletana ha absuelto a Jorge V.S, al aplicarle la eximente completa de enajenación mental, pero como medida de seguridad le ha impuesto que siga tratamiento en régimen interno durante dos años y medio en un centro adecuado a su enfermedad, aunque con la posibilidad de que el mismo, en función de los informes que los médicos evacuen cada seis meses, pueda ofrecerse al encausado de forma ambulatoria.
En concepto de responsabilidad civil, una de sus víctimas y compañero de piso recibirá una indemnización de 630 euros y el otro lesionado, el taxista, 1.996 euros por las lesiones y otros 12.500 por las secuelas, mientras que el Sacyl recibirá 101 euros por los gastos de asistencia prestados, cantidades que Jorge V.S. no se ha opuesto a afrontar una vez que recupere su libertad.
Y es que en la actualidad el encausado se halla recibiendo tratamiento en un centro psiquiátrico dependiente de la Diputación de Albacete, establecimiento desde el que ha ratificado el acuerdo alcanzado mediante el sistema de videoconferencia. “Ahora no puedo pagar porque al estar ingresado no estoy trabajando. No me acuerdo de los hechos, aunque me dicen que estoy aquí porque mordí a dos personas en la oreja”, ha apuntado Jorge V.S.
“IBA DETRÁS COMO UN LEOPARDO”
Uno de los lesionados, el taxista cuyo vehículo cogió el joven tras agredir a un compañero de piso, no ha tenido que recordar en sala lo ocurrido aquella noche pero en los pasillos de la Audiencia Provincial sí ha explicado que ya desde el principio notó que el cliente no iba bien.
“Iba detrás como un leopardo, notaba su aliento en la nuca y en un momento dado me dio un mordisco en la oreja. Noté el crujido del cartílago al partirse”, ha indicado gráficamente el taxista, al que como principal secuela ha quedado la pérdida parcial de buena parte del pabellón auditivo de su oreja derecha.
Los hechos se remontan al 20 de abril de 2022, cuando, sobre las 21.00 horas, una dotación de Policía Nacional, que se encontraba realizando labores de seguridad ciudadana, fue comisionada por la Sala CIMACC 091 a un domicilio situado en la calle Miguel Herrador, en el barrio de Huerta del Rey, debido a que, al parecer, los vecinos habían escuchado fuertes voces y vieron salir a un individuo semidesnudo y gritando.
Una vez en el lugar, los agentes observaron manchas de sangre en el portal y en el ascensor de la finca. Se entrevistaron con el otro morador de la vivienda donde habían ocurrido los hechos y éste les manifestó que su compañero de piso había entrado en su habitación y de repente cogió un cuchillo de cocina de unos 10 centímetros de hoja y comenzó a autolesionarse.
Inmediatamente, el testigo intentó evitar que se hiriera y entonces su compañero de piso, mientras intentaba apuñalarle, le mordió en la oreja izquierda y en la parte superior del hombro, para posteriormente abandonar el domicilio semidesnudo.
Más tarde, el agresor se dirigió a la parada de taxis de la calle Pío del Río Hortega, se subió a uno de ellos y apremió al taxista para que saliera corriendo: “Corre, corre, vamos al hospital”, es lo que el acusado trasladó al taxista, por lo que este último tomó dirección del Clínico Universitario.
Fue al llegar a la altura de la Plaza de Poniente cuando el acusado intentó agarrar al taxista por el cuello y de repente le mordió en la oreja derecha, tras lo cual el transportista logró detener el vehículo y huir a la carrera. El mordisco fue tal que le provocó la pérdida del tercio posterior del pabellón auricular.
Posteriormente, la Policía Municipal localizó al acusado, aún en pijama, en la Plaza del Poniente fuera de sí y, al coincidir su descripción física con la facilitada por su compañero de piso, se contactó con los servicios sanitarios y éstos lo trasladaron al hospital.
En el momento de los hechos, el acusado padecía un trastorno por consumo de tóxicos (cocaína, cannabis y etanol) de varios años de evolución y trastorno de personalidad con rasgos límite, presentando además un cuadro de psicosis aguda que provoca la anulación de su capacidad intelectiva y volitiva, por lo que resulta inimputable desde el punto de vista penal.
- Te recomendamos -