MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
La Guardia Civil y la Polícia Judiciária lusa han detenido a dos hombres y a una mujer, de nacionalidad portuguesa, por su presunta implicación en el asesinato de un hombre de 70 años de la misma nacionalidad, en el conocido como ‘Crimen del Lago’ de Sanabria, cometido en diciembre de 2019.
Según informó el Instituto Armado, la investigación comenzó el 27 de diciembre de 2019, cuando dos personas hallaron un cadáver en la orilla del río del paraje conocido como Pozo Muerto en la localidad zamorana de Galende. La víctima fue encontrada en las proximidades de la desembocadura del lago de Sanabria, y la autopsia confirmó que su muerte se había producido por asfixia por sumersión.
El cuerpo era de un hombre de edad avanzada, delgado y de mediana estatura, que no portaba documentación ni efectos en su vestimenta que permitiera su identificación o que arrojaran alguna pista sobre su procedencia. De hecho, lo único que se encontró fue un paquete de tabaco marca ‘Handelsgold’. Tampoco se halló ningún vehículo estacionado o abandonado en las inmediaciones.
Por todo ello, el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil tomó muestras de ADN requiriendo la cooperación del resto de cuerpos policiales para su identificación. Gracias a ese trabajo, en julio de 2020, las autoridades policiales de Reino Unido confirmaron la identidad del fallecido que contaba con antecedentes policiales en su sistema.
La Guardia Civil dirigió entonces la investigación al entorno personal y social de la víctima en la localidad de Verín (Ourense) donde residía. Los agentes confirmaron la relación del fallecido con personas con antecedentes policiales y penales por delitos violentos o contra la salud pública. Dichas personas aseguraron que había desaparecido en la localidad portuguesa de Chaves a primeros de mes de diciembre de 2019, un mes antes de su hallazgo sin vida.
NEXO PORTUGUÉS
La investigación se centró entonces en la mujer que se encargaba de los cuidados del fallecido en Verín y de su compañero de piso. Además, los agentes de la Guardia Civil descubrieron que la víctima tenía cuentas bancarias en común con uno de los sospechosos en Portugal, por lo que se establecieron mecanismos de coordinación con la Polícia Judicíaria de ese país.
Fue entonces cuando se descubrió la posible implicación de otra tercera persona que presuntamente mantenía una relación sentimental con la detenida.
Tras las muestras recabadas en dos vehículos propiedad de los investigados en la localidad de Chaves, y después de los registros en varios domicilios en la misma localidad portuguesa y de Vidago, la Polícia Judiciária detuvo a las tres personas imputadas por su grado de implicación en el asesinato, que han sido extraditadas y trasladadas a la prisión de A Lama (Pontevedra).
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