La actividad ilícita consistía en conseguir terminales móviles y activar las líneas de voz y datos para, tras falsificar los contratos, facilitar su venta de manera fraudulenta en tiendas de compra venta o incluso en Rumanía
Las principales víctimas de estos hechos delictivos son grandes operadoras y distribuidoras de telefonía en España, quienes han sido víctimas de un fraude superior a 150.000 euros.
La operación ha culminado con la detención de 10 ciudadanos rumanos y con el registro de cuatro viviendas en la provincia de Madrid en los que han sido aprehendidos, entre otros efectos, 25 móviles de alta gama, decenas de tarjetas SIM y dos vehículos de gran cilindrada. Todos los arrestados han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.
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