MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Las fuerzas políticas de Portugal parecen haber cerrado esta semana los bloques con los que se presentarán a las elecciones anticipadas del 10 de marzo de 2024, con pocas novedades, más allá del acuerdo de la derecha para ir de la mano e intentar derrotar a unos socialistas que continúan al frente de los sondeos.
El Partido Social Demócrata (PSD) y el CDS-Partido Popular han pactado en presentarse de manera conjunta tanto en las anticipadas como en las europeas de julio, bajo la designación de Alianza Democrática.
Será el presidente del PSD, Luís Montenegro, el encargado de liderar esta alternativa al Partido Socialista (PS), prometiendo ser “reformista y moderada”. Una maniobra que desde Chega han calificado de “desesperada”, no ya por detener a la izquierda, sino más bien por frenar el crecimiento de la ultraderecha.
En ese sentido, el líder de la ultraderecha, André Ventura, ha cuestionado esta apuesta del PSD por “partidos muertos” –en referencia a la falta de representación parlamentaria del CDS en la pasada legislatura– y ha remarcado que mientras esté al frente de Chega, “nunca” aceptará estar en una coalición preelectoral.
No obstante, los primeros sondeos ofrecen un escenario en que todas las fuerzas conservadoras, incluido los liberales, necesitarían unirse para poder vencer a unos socialistas –y a sus socios más a la izquierda–, que parten como favoritos y partían incluso cuando todavía no se había elegido al sucesor de António Costa.
Pedro Nuno Santos fue el elegido en una elecciones directas muy por delante del ministro del Interior, José Luís Carneiro, representante del ala más conservadora del partido, hasta el punto que llegó a nombrar la posibilidad de un acuerdo con el PSD si eso evitaba que la ultraderecha tocara poder.
A tres meses de las elecciones, el 22 por ciento de los portugueses votaría por el PS, mientras que el 18 por ciento se decantaría por el PSD. La tercera fuerza más votada sería Chega, con el 11 por ciento; mientras que Iniciativa Liberal y el Bloque de Izquierda se disputarían ese cuarto lugar con el 4 por ciento de los votos, según un sondeo publicado por Expresso a principios de mes.
Publicada un mes después de la crisis política que aceleró la nueva convocatoria de elecciones, la encuesta refleja que la unión de las derechas obtendría el 34 por ciento de los votos, dos puntos porcentuales más que la suma de las izquierdas.
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