MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó este jueves de que uno de cada cuatro hogares en la Franja de Gaza se enfrenta a “condiciones catastróficas”, debido a una “combinación letal” de hambre y enfermedades, con 150.000 casos de infecciones respiratorias registrados y otros 100.000 de diarrea, entre otros muchos brotes infecciosos. Por todo ello, reiteró su llamamiento al “cese inmediato” de los ataques a Gaza.
Un 93% de la población de Gaza, una cifra “sin precedentes”, se enfrenta a niveles críticos de hambre, con alimentos insuficientes y altos niveles de malnutrición, según la Organización. Los hogares experimentan una “falta extrema” de alimentos, por lo que recurren a la venta de sus posesiones para comprar alimentos.
Según la OMS, Gaza ya está experimentando un “aumento vertiginoso” de las tasas de enfermedades infecciosas: “Desde mediados de octubre se han notificado más de 100.000 casos de diarrea. La mitad de estos se encuentran entre niños pequeños menores de 5 años, un número de casos que es 25 veces mayor que el notificado antes del conflicto”.
Además, se han notificado más de 150.000 casos de infección de las vías respiratorias superiores y numerosos casos de meningitis, erupciones cutáneas, sarna, piojos y varicela. También se sospecha de hepatitis, ya que muchas personas presentan signos reveladores de ictericia.
“Mientras que un cuerpo sano puede combatir más fácilmente estas enfermedades, un cuerpo desgastado y debilitado tendrá dificultades, ya que el hambre debilita las defensas del cuerpo y abre la puerta a la enfermedad”, explicó en un comunicado.
En misiones recientes al norte de Gaza, el personal de la OMS confirmó que los habitantes de Gaza tienen hambre. “Nos movemos por Gaza entregando suministros médicos y la gente corre hacia nuestros camiones con la esperanza de que sea comida”, explicaron, calificándolo como “un indicador de la desesperación”.
NIÑOS ENFERMOS
Por otra parte, la malnutrición aumenta el riesgo de que los niños mueran de enfermedades como la diarrea, la neumonía y el sarampión, especialmente en un entorno en el que carecen de acceso a servicios de salud. Todo ello puede tener un impacto negativo de por vida, “ya que atrofia el crecimiento y perjudica el desarrollo cognitivo”.
Además, las madres lactantes también corren un alto riesgo de desnutrición. De 0 a 6 meses de edad, la leche materna es el mejor y más seguro alimento que un bebé puede obtener. Esto protege al niño de las deficiencias nutricionales y de contraer enfermedades mortales como la diarrea. Pero los problemas de salud mental también van en aumento en toda la población de Gaza, incluidas las mujeres, lo que podría afectar aún más a las tasas de lactancia materna.
Respecto al hacinamiento, más de 1,9 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares, de las cuales más de 1,4 millones se encuentran en refugios que exceden a su capacidad. “Hoy en Gaza sólo hay una ducha por cada 4.500 personas y un inodoro por cada 220. El agua potable sigue siendo escasa y hay niveles crecientes de defecación al aire libre. Estas condiciones hacen inevitable la propagación de enfermedades infecciosas”.
El acceso precario a los servicios de salud en Gaza se va degradando a medida que avanza la guerra. “Con el sistema de salud destruido, aquellos que se enfrentan a la combinación mortal de hambre y enfermedad tienen pocas opciones”, lamentó la institución.
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