Inicio andalucía La Estación Biológica de Doñana ha colaborado en el hallazgo de cinco...

La Estación Biológica de Doñana ha colaborado en el hallazgo de cinco especies de erizos previamente desconocidas en el sureste asiático

0

SEVILLA, 21 (EUROPA PRESS)

Un equipo científico con participación de la Estación Biológica de Doñana-CSIC ha descrito en el sudeste asiático cinco especies nuevas de gimnuros, animales emparentados con los erizos pero que carecen de púas, un descubrimiento muy singular ya que la descripción de nuevas especies de mamíferos no es común, al tratarse de uno de los grupos animales más estudiados.

Para realizar el estudio, publicado en la revista ‘Zoological Journal of the Linnean Society’, se han aplicado modernos análisis genéticos y morfológicos en especímenes muestreados y conservados en colecciones científicas de museos, los cuales han permitido identificar las nuevas especies, según informa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en una nota de prensa.

Los gimnuros son pequeños animales pertenecientes a la familia de los erizos, pero en vez de púas presentan un pelaje más suave. Como los erizos espinosos, no son roedores y tienen un hocico puntiagudo. “Sin las espinas de sus parientes, los erizos de pelaje suave se parecen a primera vista a una mezcla entre un ratón y una musaraña de cola corta”, explica Arlo Hinckley, autor principal que inició el estudio durante su tesis desarrollada en la Estación Biológica de Doñana-CSIC.

Estas nuevas especies descritas pertenecen al grupo de gimnuros, conocidos científicamente como ‘Hylomys’, que viven en el sudeste asiático y que anteriormente estaban representados por tan sólo dos especies conocidas.

Según el investigador, estos pequeños mamíferos están activos de día y de noche y son omnívoros. Probablemente comen una gran variedad de insectos y otros invertebrados, así como algunas frutas cuando se les presenta la oportunidad. “Según el estilo de vida de sus parientes cercanos y las observaciones de campo, estas especies probablemente anidan en huecos y se refugian mientras buscan comida entre las raíces de los árboles, troncos caídos, rocas, zonas de hierba, maleza y hojarasca”, explica Hinckley. “Pero, como están tan poco estudiados, nos limitamos a especular sobre los detalles de su historia natural”, aclara.

El investigador se interesó por primera vez en este grupo de mamíferos en 2016, durante el desarrollo de su tesis doctoral en la Estación Biológica de Doñana, especialmente después de muestrearlos en Borneo junto al coautor del estudio, Miguel Camacho Sánchez.

Los datos genéticos preliminares y los estudios de varias poblaciones conocidas de ‘Hylomys’ en el sudeste asiático, les sugirieron que podría haber más especies en el grupo de las que se reconocían actualmente. Esto llevó a Hinckley a examinar las colecciones de historia natural en busca de especímenes asignados al grupo, muchos de los cuales sólo eran pieles y cráneos conservados.

Cuando comenzó su investigación en el Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano el año pasado, Hinckley buscó en sus colecciones para rellenar algunas de las lagunas geográficas de los especímenes que ya había estudiado. Lo hizo junto a Melissa Hakwins, conservadora del museo especializada en mamíferos.

“Hemos podido identificar a las nuevas especies gracias al personal de los museos, que ha conservado estos especímenes a lo largo de incontables décadas y a sus recolectores originales”, afirma Hinckley.

Antes de su identificación como especies nuevas, los especímenes habían permanecido durante 84 años en los cajones del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano de Washington y durante 62 años en el caso de los especímenes de la Academia de Ciencias Naturales de la Universidad Drexel. “Aplicando técnicas genéticas modernas, hemos podido identificar estos ejemplares muchos años después de que fueran recogidos. Las próximas generaciones podrán identificar incluso más especies nuevas”.

Al final, Hinckley, Hawkins y sus colaboradores reunieron 232 especímenes físicos y 85 muestras de tejido para el análisis genético de todo el grupo ‘Hylomys’, así como especímenes de museos modernos e histórico de no menos de 14 colecciones de historia natural de Asia, Europa y Estados Unidos.

A continuación, realizaron análisis genéticos de las muestras de tejidos en los laboratorios de ADN antiguo de la Estación Biológica de Doñana y en los Laboratorio de Biología Analítica del museo. También realizaron rigurosas observaciones físicas de los cráneos, los dientes y el pelaje de todos los especímenes.

Los resultados permitieron identificar siete linajes genéticos distintos en ‘Hylomys’, lo que sugiere que el número de especies reconocidas en el grupo estaba a punto de aumentar en cinco. Esto fue finalmente confirmado con las observaciones morfológicas de los especímenes.

“Puede que a la gente le sorprenda saber que todavía hay mamíferos por descubrir ahí fuera”, afirma Hawkins. “Pero hay mucho que desconocemos, sobre todo los animales nocturnos más pequeños, que pueden ser difíciles de distinguir unos de otros”, concluye.


- Te recomendamos -