MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Interpretar música con la mirada gracias al instrumento ‘EyeHarp’ o tocar el saxo con baja capacidad pulmonar con el ‘Travel Sax’ son solo algunos de los ejemplos que la Fundación Sifu ha presentado en su evento ‘Tecnología para la inclusión’ para demostrar cómo la tecnología puede ofrecer oportunidades artísticas a las personas con discapacidad.
Un 30% de las personas con discapacidad no puede participar en actividades relacionadas con la cultura, según datos del INE. Si se analiza además las personas que quieren desarrollar su talento artístico, el porcentaje se reduce, como explica la Fundación. “De ahí nace la idea de nuestra Fundación de desarrollar e impulsar estos instrumentos tecnológicos”, explica el presidente de la Fundación Sifu, Cristian Rovira.
De este modo, la organización, dio a conocer en el CaixaForum de Madrid instrumentos como el ‘EyeHarp’, el ‘Travel Sax’ y el ‘Oxi One’ a través de actuaciones en vivo, historias de superación y la participación de distintos ponentes.
En el caso de ‘EyeHarp’ se trata de un proyecto social que, como afirmó su fundador, el informático y músico Zacharias Vamvakousis, tiene como principal objetivo mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad a través de la música.
Zacharias estuvo acompañado en la presentación por Joel Bueno, el primero de los más de 50 intérpretes de ‘Eyeharp’ en el mundo. Joel es un joven artista con parálisis cerebral que, según indica la organización, gracias a esta tecnología puede interpretar con la mirada, por lo que ha hecho realidad su sueño de ser músico.
Posteriormente, el ingeniero Ramon Mañas presentó a los asistentes el saxofón electrónico “más pequeño y ligero del mundo”, el ‘Travel Sax’, que se puede tocar con una sola mano, sin hacer mucha presión sobre las teclas o al tener una baja capacidad pulmonar.
Mañas explicó que la misión de los creadores del ‘Travel Sax’ es “crear más música en el mundo, porque eso es lo que más une a la gente”. “No tiene sentido desarrollar tecnología sin incluir al máximo número de personas posible”, señaló.
En la misma línea, el dj Paskal Kleiman, que pincha con los pies, indicó que la tecnología “ha democratizado” el mundo de la música. Kleiman presentó el instrumento con el que hace sus sesiones, el ‘Oxi One’, un secuenciador musical con herramientas intuitivas para la composición y con botones accesibles.
INCLUSIÓN DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LAS ESCUELAS DE MÚSICA
Durante el evento también se habló de la importancia de introducir estas nuevas tecnologías en las escuelas de música para “asegurar la accesibilidad real de estos espacios y que las personas con discapacidad no sean solo espectadores, sino también intérpretes”, como destaca fundación.
A este respecto, la subdirectora de la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC), Melissa Mercadal, aseguró que lo fundamental “son las actitudes”. “Tenemos que dejar espacio, crear lugares pensados y creados para un colectivo diverso”, añadió.
En la misma línea se expresó el músico y becado de la Fundación SIFU, Pol Oñate: “Antes de construir un auditorio, o de elaborar un programa educativo, hay que pensar en que va dirigido a un colectivo diverso, con necesidades diversas, y construir todo a partir de esa premisa”.
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