MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
La Comunidad de Madrid, a través de Metro de Madrid, ha firmado un acuerdo con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para financiar la modernización de una parte del parque móvil madrileño mediante la adquisición de 80 nuevos trenes.
Esta operación apoyará el transporte sostenible, contribuirá a reducir las emisiones de CO2 y aumentará la calidad de vida y los servicios en la región, según informaron las entidades en un comunicado.
Los préstamos suscritos, por importe conjunto de 820 millones de euros, cubrirán parte del coste del proyecto de renovación de la flota de trenes. En concreto, la financiación otorgada por el BEI asciende a 470 millones, lo que sufraga un 50% de la compra del nuevo material móvil. La participación del ICO se sitúa en 350 millones, lo que cubre el 38% del proyecto. Ambas operaciones permitirán a Metro afrontar la citada renovación en el suburbano y aumentar así la calidad del servicio a los usuarios.
El diseño, fabricación, operación y mantenimiento del nuevo material móvil se basará en criterios de sostenibilidad, considerando cualquier solución técnica o estética desde su posible impacto sobre el medioambiente. Precisamente, uno de los puntos fundamentales en la concesión por parte del BEI y del ICO de esta financiación ha sido que los trenes a adquirir por parte de Metro cuentan con la tecnología más avanzada y con grados de eficiencia energética muy elevados.
Los nuevos trenes, 40 de gálibo ancho y 40 de gálibo estrecho, se destinarán principalmente a engrosar el material móvil disponible de las líneas 1, 6 y 8. Esta operación permitirá también una redistribución más eficaz del parque móvil con el que cuenta Metro actualmente en el resto de líneas, lo que permitirá aumentar la capacidad de transporte de toda la red. Además, se retirarán de la circulación los modelos más antiguos, por lo que todo el material que circule por la red tendrá una mayor fiabilidad.
Se estima que las primeras nuevas unidades entrarán en circulación a finales de 2026. Los trenes cumplirán todos los estándares de accesibilidad, calidad y confort y se fabricarán además con la posibilidad de incorporar en un futuro la tecnología destinada a la conducción automática, lo que no supone un sobrecoste.
El proyecto promueve las inversiones a largo plazo en transporte sostenible, en una operación ligada a la prioridad de política pública del Grupo BEI ‘Ciudades y regiones sostenibles’, y enmarcada dentro de la Estrategia 2022-2027 del ICO que prioriza la financiación de proyectos que generan impacto social y medioambiental positivo. Además, la operación favorece un cambio modal hacia el transporte público y contribuye a la reducción de la congestión en el tráfico rodado y la polución atmosférica.
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