MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
La campaña del Ave del Año 2023 de SEO/BirdLife ha finalizado con “avances tímidos” en materia de conservación de la especie de este año, el aguilucho cenizo, catalogada como Vulnerable en el ‘Libro Rojo de las Aves en España’ y en torno a la cual se han realizado varias acciones para obtener información sobre su fenología y estado de conservación.
Según el último censo realizado por la organización, España acoge unas 4.269 y 5.360 parejas de aguilucho cenizo, lo que supone un declive de entre un 23% y 27% en diez años, por lo que SEO/BirdLife ha demandado la aprobación de planes de conservación y recuperación de la especie en todas las comunidades autónomas, concretamente en Castilla y León, Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha.
Igualmente, han reclamado la implementación de medidas de distribución de la especie en todo el territorio español, tanto para abordar el problema de las cosechas como para promover un modelo de gestión de los sistemas cerealistas que favorezca un hábitat de calidad para el aguilucho cenizo y otras especies amenazadas de los entornos agrarios como son el sisón o la avutarda.
En concreto, la intensificación de la agricultura y la pérdida de los cultivos cerealistas son una amenaza para el aguilucho cenizo, debido a que la falta de rentabilidad de los campos de cereal los está transformando en cultivos leñosos o centrales fotovoltaicas que dejan sin hábitat a las aves agroesteparias.
Con todo ello, SEO/BirdLife ha puesto en marcha acciones de conservación de la biodiversidad de cultivos herbáceos de secano y de su rentabilidad como ‘Olivares Vivos’, al tiempo que ha desarrollado proyectos como ‘Agroestepas Ibéricas’ o ‘Secanos Vivos’ para conocer el hábitat o las migraciones del aguilucho cenizo.
Asimismo, la campaña anual de ‘salvamento’ del aguilucho cenizo en julio rescató a más de 400 pollos de la especie, mientras que la campaña de donativos en la que participaron 312 personas recaudó 10.106 euros para salvar a las crías de aguilucho de las cosechadoras.
En el mes de marzo, los aguiluchos cenizo se empiezan a ver por muchos lugares de la Península Ibérica tras pasar el invierno en África y recorrer más de 3.000 kilómetros. En el mes de abril se completan la mayoría de las llegadas y se establecen en sus zonas de reproducción.
Esta especie está vinculada mayoritariamente a hábitats agrarios de cultivos herbáceos con preferencias por las grandes extensiones de cebada y trigo, donde ubica sus nidos y saca adelante las nuevas generaciones, aunque se puede encontrar también en zonas de matorral bajo o pastizales en zonas como Valencia o Galicia, pero en números mucho menores.
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