MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El exjugador y el exseleccionador José Antonio Camacho tiene claro que el histórico 12-1 ante Malta de 1983 es seguramente “el partido que más recuerda todo el mundo” de la selección española y que supieron claramente que cuando marcaron el séptimo gol que lograrían lo que califica como “una gesta”.
“En mi vida hemos recibido tantos elogios por un partido. España ha ganado títulos importantes, pero este partido es el que más recuerda todo el mundo. Fue la primera piedra para lo que vino después”, señaló Camacho este miércoles durante los Desayunos Deportivos de Europa Press, patrocinados por Loterías y Apuestas del Estado, Vithas, Unicaja Banco y DAZN con motivo del 40 aniversario de aquella histórica goleada que se cumple este jueves 21 de diciembre.
El capitán ese día del combinado nacional confesó que tenían “todo el optimismo” para lograr la gesta de ganar por once goles. “Teníamos una ilusión enorme, pero no éramos tontos y teníamos que ver dónde podíamos llegar. Fallamos penalti al empezar y al descanso íbamos 3-1, los ánimos no eran los mismos y como capitán tenía que intentar decirles a los compañeros que había que quedar lo mejor posible”, advirtió.
“Pero cuando íbamos por el séptimo en la segunda parte unificamos todo y sabíamos entonces que pasábamos pasara lo que pasara, si hubiésemos tenido que meter tres más los habríamos metido. Es algo que te queda en la memoria, yo no suelo ver partidos repetidos y cuando oyes ese gol de Señor eres uno más. Yo recibo peticiones todos los años para recordar esta gesta”, añadió el exseleccionador.
Camacho cree que podrían haber jugado “más ordenados”, pero que “dependiendo de las necesidades la táctica es mejor o peor o había que abandonarla totalmente”. “Empezamos muy ordenados, pero al final era un zafarrancho. Me dejaron solo atrás, los que más balones me dieron fueron los malteses y lo enviaba a la banda, centro y remate. En la segunda parte el estado de ánimo era tal que sabíamos que nos salía”, remarcó.
Además, el de Cieza no olvida que el Benito Villamarín no se llenó para la ocasión. “Dentro de la cabeza del aficionado no existía que les meteríamos 11 ó 12 y creo que en el descanso estaba aún un poco más vacío”, rememoró sobre una afición que poco a poco fue abarrotando el recinto del Betis al entrar en masa ante una goleada que crecía.
Sobre cómo estaba el equipo al descanso con el ‘pobre’ 3-1, cree que “cada uno tiene su manera de reaccionar”. “Estábamos tranquilos, pero pensando que tenían que haber entrado cinco o seis goles. Miguel (Muñoz, seleccionador) nos dijo que siguiésemos igual y luego ya me levanté y empecé a decir que había que salir a intentarlo”, aseguró.
Y la necesidad de marcar provocó también que no se felicitasen “en ningún gol”. “Sólo al final. Tuvimos agresividad, mentalidad, ilusión y ganas. Además, teníamos a Santillana, Rincón, Maceda o Goikoetxea, Malta no tenía ninguna capacidad para frenarles. El equipo estaba transformado, con una mentalidad y unificación que lo he visto en muy pocos partidos y frenar esa clase de jugadores era imposible”, detalló el exjugador del Real Madrid.
“Teníamos una cesta de limones y se los bebieron ellos, se ve que no tenían”, apuntó ante las acusaciones de los jugadores de Malta que les habían dado algo ‘extraño’. “Si hubiese habido tongo, habríamos metido siete goles en la primera parte”, agregó.
“APARTE DE ‘FURIA’, SI NO TIENES ‘TAKA’, TE DAN BOLETO”
Camacho se refirió a la ‘Furia’ con la que se catalogaba a esa selección, en comparación con la del ‘Tiki Taka’ que hizo historia entre 2008 y 2012. “Estuve 16 años en un equipo y en la selección, y aparte de ‘Furia’ si no tienes ‘Taka’ te dan el boleto”, advirtió. “Era otra mentalidad y otra forma de jugar, en aquellos tiempos era más difícil porque por ejemplo existía la cesión al portero. He jugado muchísimos partidos de muchísimo toque. No se hablaba del ‘tiki taka’, pero no era sólo ‘furia’, se caracterizó así en un momento determinado, pero en los partidos más importantes se han compaginado”, puntualizó.
“De Miguel Muñoz sólo puedo hablar bien. Estuve mucho tiempo con él en la selección y tenía mucha confianza en mí, el tiempo que estuve con él fue muy bueno. Era un hombre muy sencillo, reconocido y respetado por los jugadores, que es lo más importante. Sólo tengo buenas palabras de él”, expresó sobre el que fuera seleccionador entre 1982 y 1988.
Finalmente, consideró que era una “injusticia” que ni Andrés Iniesta ni Amancio Amaro tuvieran un Balón de Oro y opinó que a la selección le faltó “ese penalti en cuartos” para haber tenido el éxito antes de 2008. “España siempre ha tenido buenos equipos, en el Mundial de México teníamos un gran equipo y podíamos haber ganado la Eurocopa del 84 si hubiese habido VAR. Luego llego esa generación que cogió confianza y cambió la manera”, concluyó.
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