ACNUR alerta del impacto sobre las operaciones humanitarias mientras los paramilitares anuncian avances en Uad Madani
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha alertado este martes del ahondamiento de la crisis de desplazamiento a causa de la expansión de la guerra en Sudán, después de que las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) lanzaran la semana pasada una ofensiva contra la capital del estado de Gezira, al sur de la capital, Jartum, considerado uno de los principales nudos de la acción humanitaria ante el conflicto en el país africano.
El portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), William Spindler, ha mostrado su “preocupación” por “la profundización de la crisis de desplazamiento forzoso” en Sudán y los países vecinos, ante la huida de cientos de miles de personas a causa de los combates en Gezira en el marco del conflicto desatado en abril entre el Ejército sudanés y las RSF, ahora declaradas como un grupo rebelde.
“Estamos también muy preocupados por las informaciones sobre un recrudecimiento del conflicto en la región de Darfur”, ha dicho, ante el reinicio de los combates en El Fasher, en Darfur Norte, unos enfrentamientos que habrían dejado “víctimas civiles” y nuevos desplazados, así como el saqueo de viviendas y tiendas y una oleada de arrestos.
Asimismo, ha apuntado que un bombardeo habría dejado víctimas en Nyala, en Darfur Sur, si bien el epicentro de los combates durante los últimos días ha sido la capital de Gezira, Uad Madani, a causa de la ofensiva lanzada el viernes por las RSF. “Los combates han llegado ya a la ciudad”, ha alertado Spindler, que ha recordado que “más de medio millón de personas” huyeron a la ciudad desde Jartum tras el estallido de la guerra el 15 de abril.
“Con este nuevo episodio de combates, el pánico se ha propagado entre la población civil en Uad Madani y se ha visto a gente abandonando la ciudad en vehículos y a pie, algunos por segunda vez en sólo unos pocos meses”, ha destacado. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha cifrado entre 250.000 y 300.000 el número de personas que han huido de la localidad y sus alrededores desde el estallido de las hostilidades.
Spindler ha reseñado que ACNUR “está trabajando para entregar y distribuir material que se necesita con urgencia a las personas nuevamente desplazadas desde Gezira a los estados de Sennar y Gedaref”, al tiempo que ha lamentado que “pese a los esfuerzos de las organizaciones humanitarias nacionales e internacionales y los actores locales para dar ayuda, la situación humanitaria general sigue siendo difícil”.
De esta forma, ha recordado que más de siete millones de personas han huido de sus hogares desde el inicio de la guerra, con muchos de ellos “trasladándose en repetidas ocasiones para encontrar una seguridad temporal”. “Estos repetidos desplazamientos muestran lo devastador que ha sido el conflicto para la población civil”, ha explicado.
IMPACTO SOBRE LAS OPERACIONES HUMANITARIAS
“Estamos muy preocupados ante la posibilidad de que, si se recrudecen los combates y se propagan al estado de Nilo Blanco, impacte de forma significativa sobre los trabajos de ACNUR y otras organizaciones humanitarias que dan ayuda crítica a más de 437.000 refugiados sursudaneses y cerca de 433.000 desplazados internos que se encuentran allí”, ha alertado.
Por otra parte, ha indicado que hay informaciones sobre personas que se están trasladando también hacia Sudán del Sur, donde la ciudad de Renk, cerca de la frontera, se encuentra ya “sobrepoblada” y “carente de ayuda suficiente para responder a las necesidades de las personas que ya han llegado allí”.
“Las fuertes lluvias han hecho que las carreteras estén intransitables, lo que socava la reubicación de los refugiados. ACNUR y sus socios están haciendo lo posible para prepararse, pero los recursos están ya bajo un gran estrés”, ha argumentado, al tiempo que ha reiterado su llamamiento a las partes que “pongan fin al conflicto, respeten la seguridad de los civiles, en línea con el Derecho Internacional, y permitan el acceso humanitario para que la ayuda y servicios críticos puedan llegar a los que los necesitan”.
Spindler ha abundado además en que “mientras la escala de la crisis y el potencial de que desestabilice toda la región sigue creciendo, el mundo no debe olvidarse de la situación en Sudán”, antes de añadir que la financiación recibida “no es suficiente para satisfacer las necesidades de familias que están haciendo frente a unas complicaciones inimaginables”.
En este sentido, ha recordado que el Plan de Respuesta para los Refugiados de Sudán en la Región, que pidió 1.000 millones de dólares (alrededor de 912 millones de euros) para dar ayuda a 1,8 millones de personas en Chad, Egipto, Etiopía, República Centroafricana (RCA) y Sudán del Sur durante 2023, se encuentra financiado únicamente al 38 por ciento.
LAS RSF ANUNCIAN AVANCES EN UAD MADANI
Por su parte, las RSF han asegurado en las últimas horas que sus fuerzas han tomado una base militar en Uad Madani, una operación que “incluye la liberación de un campamento central de reserva y el estratégico puente de Hantub –sobre el río Nilo Azul–“, según un comunicado publicado por el grupo paramilitar a través de su cuenta en la red social X.
“Nuestras acciones suponen un golpe significativo al antiguo régimen extremista –en referencia al régimen del expresidente Omar Hasán al Bashir, derrocado en un golpe de Estado militar en 2019–, sus milicias aliadas y las yihadistas ‘brigadas en la sombra'”, han señalado, en referencia al Ejército sudanés y lo que describe como una amalgama de grupos armados que darían apoyo a Jartum.
Así, han destacado que “mostrando un valor excepcional y capacidades tácticas, las RSF han causado grandes pérdidas a estos grupos, forzándolos a retirarse” y han manifestado que esta “victoria” supone “una prueba de la determinación inamovible” por parte de las RSF, así como “un paso crucial en los esfuerzos por erradicar a los elementos terroristas que amenazan a la población y a los países vecinos”.
“Este triunfo es clave en nuestro viaje hacia la reconstrucción del Estado sudanés sobre unos pilares nuevos y más firmes. Estamos más cerca de poner fin a la inaceptable discriminación racial y étnica empleada por el antiguo régimen, que ha llevado al asesinato y el arresto de civiles inocentes en Uad Madani y otras ciudades”, han defendido.
“Nuestros esfuerzos allanan el camino para una paz duradera y una estabilidad en Sudán”, han dicho, antes de reclamar a la comunidad internacional que “adopte una posición” y que “aborde el lamentable uso por parte del antiguo régimen de civiles como escudos humanos en Uad Madani”, ante las víctimas causadas por su ofensiva.
“Estos civiles inocentes son detenidos de forma injusta y se les niega un paso seguro. Su sufrimiento requiere atención y acción inmediata por parte de la comunidad internacional”, han zanjado, sin que el Ejército sudanés se haya pronunciado sobre los combates. Fuentes militares citadas por el portal Sudan Tribune han detallado que la mayoría de los militares se han retirado hacia el estado de Sennar.
Los combates en Uad Madani estallaron en medio de los intentos de los mediadores regionales, así como de Estados Unidos y Arabia Saudí, para lograr un encuentro cara a cara entre el jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, y el líder de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’, quien era su ‘número dos’ hasta el estallido de la guerra.
La guerra estalló el 15 de abril tras fuertes discrepancias entre el Ejército y las RSF sobre la integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, que hicieron descarrilar el proceso de transición abierto tras el derrocamiento de Al Bashir después de 30 años en el poder.
- Te recomendamos -