MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Vecinos del entorno de Madrid Río y activistas medioambientales han empezado a concentrarse en el Paseo de Yeserías a primera hora de este lunes ante el inicio de las talas, un total de 523 en los distintos puntos por las obras de la línea 11 de Metro, promovidas por la Comunidad de Madrid.
Vecinos y vecinas de Arganzuela, junto al colectivo Rebelión o Extinción, se han manifestado con pancartas en las que se podía leer ‘No a la tala’ y ‘Metro sí pero no así’ cuando han comprobado la llegada al parque de camiones y operarios, quienes han iniciado el arranque de las talas. La Policía ha desalojado a los activistas que se habían abrazado a los árboles para impedir su tala.
La Comunidad de Madrid, a través de la Dirección General de Infraestructuras de la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, ha comenzado en el día de hoy las obras de ampliación de la línea 11 de Metro tras obtener la declaración ambiental favorable emitida por emitida el 14 de noviembre por la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, han trasladado fuentes regionales.
TALAS DE 523 ÁRBOLES
La Administración madrileña “va a reducir la masa arbórea apeada en un 50,9 por ciento de los 1.027 árboles que inicialmente se contemplaban para ser apeados”. Es decir, finalmente serán 523, ha detallado la Comunidad.
Esta reducción se produce por tres motivos, como apunta el Gobierno regional. El primero son los cambios de ubicación de la subestación eléctrica fuera de los Jardines de Palestina, que se une a la modificación de la ubicación también de otras instalaciones auxiliares necesarias para la ejecución de la obra, sobre todo fuera del entorno de Comillas. La tercera razón es el aumento de ejemplares trasplantados.
SIETE KILÓMETROS
Las actuaciones se ejecutarán sobre casi 7 kilómetros, que abarca el tramo comprendido entre Plaza Elíptica y Conde de Casal. Contempla dos nuevas estaciones, ubicadas en Comillas y Madrid Río.
Las obras permitirán conectar con el resto de la red del suburbano y con los trenes de Cercanías y de Media y Larga Distancia en Palos de la Frontera, Atocha y Conde Casal, donde también se emplazará un nuevo intercambiador.
El proyecto completo de esta prolongación supone la unión de Cuatro Vientos con Valdebebas Norte, han destacado en la Comunidad. De esta forma, el Metro madrileño se ampliará en 33 kilómetros más y una veintena de estaciones que enlazarán además con la T4 del Aeropuerto Internacional Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
LA VECINDAD HABLA DE “IRREGULARIDADES”
Asociaciones vecinales y ecologistas vienen alertando de “irregularidades” en el proyecto modificado de ampliación de la línea 11 de Metro, después de que este verano ya presentaran alegaciones al trámite de evaluación ambiental simplificada apuntando que se trataba de “un movimiento deliberado por parte de la Administración pública para justificar las ilegalidades por la vía rápida e ignorar los procedimientos judiciales abiertos”.
Semanas atrás se emitía la Declaración de Impacto Ambiental Simplificada (DIAS), tras desestimar las alegaciones presentadas, donde la vecindad detecta “las mismas irregularidades”. “El proyecto ambiental se ha tramitado como una modificación del proyecto constructivo anterior, que alteraba sustancialmente el proyecto aprobado sin haber seguido los cauces adecuados y sobre el que existe un procedimiento judicial abierto”, explicaban
El proyecto aprobado “incrementa gravemente el daño ambiental y las talas respecto al proyecto de 2020: de las 79 talas recogidas en la DIA original se eleva el número a 676 en el proyecto actual, un 856 por ciento más, y de casi 10.000 m2 de afección a zonas verdes, ahora se van a arrasar más de 48.000 m2”, han cuantificado.
Esto se debe “a las decisiones de ubicar la estación de Madrid Río en pleno Parque de Arganzuela, localizar las instalaciones de la tuneladora en el parque de Comillas, que pretenden destruir, o proyectar una subestación eléctrica en los Jardines de Palestina”.
“Sólo tras las denuncias vecinales, la Dirección General de Planeamiento del Ayuntamiento envía en septiembre de 2023 un informe reconociendo que las normas urbanísticas prohíben la construcción de la estación de Metro Madrid Río en el parque de Arganzuela, un año después del inicio oficial de las obras”, han subrayado.
“ILEGALIDAD” DE LA COMUNIDAD Y “COMPLICIDAD” DEL AYUNTAMIENTO
Para “esquivar esta ilegalidad” la Comunidad de Madrid, con la “complicidad del Ayuntamiento”, se ha “amparado en el artículo 163.5 de la Ley del Suelo alegando que es urgente y de interés general”. Para el movimiento No a la Tala es “un procedimiento opaco de dudosa legalidad, con similitudes a los aplicados inadecuadamente para justificar proyectos como el desdoblamiento de la M501 o el campo de golf de Chamberí, que fueron anulados por la Justicia precisamente por esto”.
Insisten en que, como mínimo, se debería aprobar el Plan Especial antes de ejecutar las obras. También han solicitado una mediación al Banco Europeo de Inversiones, que está investigando el caso.
Y “para evitar que se repitan casos como el de San Fernando de Henares, las comunidades vecinales afectadas solicitan que no se inicie la obra hasta que todos los informes y documentos estén finalizados”. Los denunciantes insisten en que hay “alternativas viables mucho menos lesivas”, las seguirán denunciando ante las instancias europeas y adoptarán todas las medidas legales que estén a su alcance.
EL AYUNTAMIENTO AUTORIZA LAS TALAS AUNQUE HUBO UNA “DISCONFORMIDAD”
El Ayuntamiento de Madrid ha autorizado las talas afectadas por la ampliación de la línea 11 de Metro acorde a la ley del arbolado urbano, una autorización que llegó después de la “disconformidad” planteada por llevar la instalación a zona verde.
Así lo explicaba semanas atrás el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, después de que la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad emitiera Informe de Impacto Ambiental (DIA) favorable sobre el último proyecto para las obras de ampliación de la línea 11 de Metro en su tramo Plaza Elíptica-Plaza de Conde de Casal, según el cual se verán afectados finalmente 879 árboles, con una reducción del 36 por ciento respecto al proyecto anterior.
En total, el número de árboles afectados será de 879, de los cuales 676 serán apeados y 203 trasplantados, frente a los 1.027 contemplados anteriormente en el Proyecto Constructivo que llevó a los vecinos a las protestas.
“Se nos solicitó un informe desde el área de Urbanismo en el trámite de evaluación ambiental y dijimos que había una disconformidad en cuanto al planeamiento puesto que (el Metro) se instalaba en zonas verdes, incompatible con el planeamiento”, explicaba Carabante.
El delegado detallaba que la Comunidad de Madrid aplicó el artículo 163 de la Ley del Suelo, “que le permite aprobar obras disconformes con el planeamiento teniendo en cuenta que son de interés general”, además de aprobar la evaluación ambiental.
“Ahora lo que hará la Comunidad de Madrid es remitir a la Ayuntamiento de Madrid esos estudios, cuál es la solicitud de talas, cuáles son los árboles específicos que pretende talar, también los trasplantes y la justificación de por qué hay que talarlos. Una vez que los recibamos procederemos a autorizar, tal y como establece la ley de Protección del Arbolado Urbano”, enumeraba los pasos a dar.
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