MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal arzobispo de Barcelona Juan José Omella, defendió este martes en el Fórum Europa la oferta de la educación concertada para evitar caer en la “estatalización” del derecho a la educación. “Vivimos en un país democrático donde respetamos los derechos de los ciudadanos”, remarcó.
Así lo señaló durante ese encuentro organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, cita en la que subrayó que la educación concertada tiene origen católico y desde entonces “la Iglesia lo ha hecho bien”.
El prelado felicitó a los centros educativos de ideario católico, pero los pidió que “no lo olviden”. “No pierdan esa identidad cristiana, que es la formación de cristianos para el bien común, de buenos profesionales y buenos cristianos, hombres de fe. Eso no lo podemos perder”, indicó.
También rompió una lanza a favor de esos centros y aseguró que “no es verdad” que se diga que esos colegios no atienden a los estudiantes más pobres, por lo que puso el ejemplo de uno de ellos en Calahorra (La Rioja), que atiende a un alto porcentaje de alumnos inmigrantes y de etnia gitana.
“Todos tenemos algo que aportar, también todas las empresas las podría hacer el Estado. Es buena la iniciativa privada. Hemos confundido, sería estatalización”, revindicó.
Omella señaló, sin embargo, que la relación con el Gobierno y con el ministro Félix Bolaños “siempre ha sido cordial”. “Hablamos con toda la sinceridad y tranquilidad y no he percibido en ningún momento ninguna animadversión a esos acuerdos y conciertos”, dijo en referencia a los acuerdos Iglesia-Estado y a los conciertos educativos, aunque matizó: “Otra cosa es que algún artículo de los acuerdos se pueda cambiar”.
EQUIS DE LA IGLESIA
El presidente de la Conferencia Episcopal también destacó que la Iglesia no recibe dinero del Estado, sino que es elección de los contribuyentes marcar la equis en la casilla correspondiente cuando hacen su declaración de la renta. En este punto avanzó que los datos de la memoria que el Episcopado presentará en unos días refleja la confianza de los contribuyentes a la institución eclesial, aunque “muchos de ellos no son cristianos”.
“A pesar de todo, con la pandemia, con los problemas socioeconómicos y la lucha contra la Iglesia en algunos ámbitos, sin embargo, ha subido el número de declarantes. Es verdad que no en cantidad de dinero, que ha bajado, porque las grande declaraciones ya no ponen la equis”, explicó respecto a la aportación a la Iglesia a través del IRPF.
Reconoció que los obispos han pensado en “alternativas” de financiación para que la Iglesia pueda continuar en su trabajo “por el bien común, los más pobres y la evangelización”, en una España y una Europa “de raíces cristianas” de las que pidió “no avergonzarse”. “Para entrar al cielo, la lengua que se va a pedir es el castellano”, bromeó el cardenal.
NO UN CARDENAL MÁS
Su intervención fue presentada por el director general de la Fundación Pablo VI, Jesús Avezuela, quien destacó que Omella “no es un cardenal más”, pues es miembro del consejo de cardenales, los hombres de confianza del Papa que forman el denominado ‘C9’. Además, subrayó su carácter “tenaz” como “aragonés”, su paso por Zaire como misionero y su “perfil social”, que también demostró en los años que fue consiliario de Manos Unidas.
“Monseñor Omella ha servido y está sirviendo siempre a la Iglesia con entusiasmo y total entrega”, con el “deseo ferviente de construir una Iglesia y una sociedad mejor”, prosiguió Avezuela, que enumeró algunos adjetivos que según él caracterizan al cardenal: “Equilibrado pragmatismo, valentía, entusiasmo; es un hombre bueno siempre dispuesto a tender puentes, a veces demasiado confiado”.
“Entiende la iglesia como una torre de castellers, donde en ocasiones se produce un equilibrio inestable”, prosiguió el presentador, que aseguró que “con frecuencia” le escucha decir sobre la situación catalana que “hay que trabajar por el bien común pero hay que unir fuerzas, no separarlas”.
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