MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
El Banco de España ha decidido mantener en el 0% el porcentaje regulatorio del colchón de capital anticíclico (CCA) aplicable durante el primer trimestre de 2024 a las entidades bancarias por sus exposiciones crediticias en España, dada la “ausencia de acumulación de vulnerabilidades sistémicas” en el sistema financiero español.
Según informó el Banco de España este miércoles, pese a mantener el colchón avisó de que sigue haciendo un “seguimiento estrecho de la situación, con especial atención a la evolución del sector inmobiliario” y recetó nuevamente a la banca que utilice el incremento de sus beneficios para aumentar su capacidad de resistencia.
El colchón de capital anticíclico es un instrumento macroprudencial diseñado para reforzar la solvencia del sistema bancario mediante la acumulación de capital en fases de bonanza económica —que es cuando se suele producir la generación de riesgos sistémicos—, para poder ser utilizado posteriormente cuando se materialicen riesgos que puedan afectar a la estabilidad financiera.
El organismo justificó que siga en el 0% ante los resultados del seguimiento que hace de varios indicadores. Uno de los más relevantes es el de la brecha de crédito-PIB, que mide la desviación de la ratio de crédito al sector privado no financiero sobre el PIB respecto a su tendencia. Los últimos datos disponibles muestran que este indicador continúa en terreno negativo y mantiene una trayectoria descendente, por lo que “se aleja progresivamente del umbral de alerta”. Este comportamiento es consecuencia tanto del avance de la actividad económica como de la reducción del crédito iniciada a finales de 2022. Se espera que este descenso continúe en los próximos trimestres.
No obstante, precisó que el entorno macrofinanciero está sujeto a una “elevada incertidumbre”, vinculada en particular a las presiones inflacionarias y al endurecimiento de la política monetaria para afrontarlas, y también a la elevada tensión geopolítica.
Adicionalmente, el Banco de España monitoriza otros indicadores que en conjunto tampoco muestran señales de acumulación de vulnerabilidades sistémicas. Además, en los próximos trimestres, el balance de riesgos para la actividad económica “parece estar orientado a la baja”. El Banco de España aclaró que, en un entorno de materialización de estos riesgos, la moderación del crédito que supondría una eventual activación del CCA “no contribuiría a reducir el nivel de riesgo sistémico, y, además, podría debilitar en mayor medida el crecimiento del PIB”.
Respecto al mercado inmobiliario, el organismo destacó que los indicadores de desequilibrio en los precios siguen mostrando “algunas señales de sobrevaloración” y “sigue siendo necesario mantener un seguimiento cercano”. Al mismo tiempo, constata que las señales de corrección continúan intensificándose, con un descenso en las compraventas y en la firma de hipotecas.
En cuanto a los criterios de concesión de crédito nuevo, el organismo observa un cierto endurecimiento y la ratio del servicio de la deuda hipotecaria nueva sobre la renta de los acreditados ha experimentado un repunte como consecuencia del aumento de los tipos de interés. No obstante, la proporción de préstamos nuevos en los que esta última ratio se sitúa por encima de 30%, umbral considerado prudente, continúa siendo limitada.
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