GRANADA, 15 (EUROPA PRESS)
El vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local y Análisis Electoral del PP, Elías Bendodo, ha señalado este viernes que la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, está actuando como la “enemiga pública número uno” de los ayuntamientos y de las comunidades, de forma “muy sectaria” y a modo de “vendetta”, porque el PSOE no gobierna “en prácticamente ninguna capital de provincia” y lo hace “en muy pocas” autonomías.
En su intervención en la Junta Directiva Provincial del PP de Granada, Bendodo ha indicado que Montero, cuyo papel como consejera en gobiernos socialistas de la Junta de Andalucía ha recordado, “va a ser la gran oposición a los ayuntamientos” de España esta legislatura.
Ha criticado que, en un momento en que el Gobierno tiene que aprobar los objetivos de déficit para 2024, haya aplicado la “ley del embudo”, con limitaciones para ayuntamientos y comunidades que no se contemplan para el Ejecutivo central, de tal modo que, según Bendodo, “la fiesta del independentismo” que ha cifrado en “más de 15.000 millones de euros” la van a pagar los gobiernos locales y autonómicos, mientras el central se dedicará, ha agregado, a “despilfarrar”.
Todo ello “fiel” a unos principios de “chantaje” y “mentira”, que por otro lado Bendodo ha indicado que, con la “manipulación” y la “maldad”, definen al sanchismo. En el caso andaluz, ha indicado que Montero cifró en 4.000 millones de euros el montante que se debía a Andalucía siendo consejera de Hacienda.
“A día de hoy nadie se acuerda de eso, de la reclamación para Andalucía de esos 4.000 millones” pues el objetivo, ha proseguido, es “castigar” a esta comunidad autónoma “porque hay un gobierno del PP y un presidente como Juanma Moreno”.
En este contexto, una de las principales batallas que va a librar el PP es el del modelo de financiación autonómica para que no haya “españoles de primera y de segunda”, en un momento en que el sanchismo ha concluido que no “contempla” abordar este tema como tampoco medidas contra la subida de precios o el problema de la vivienda, ni para rebajar los impuestos.
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