Lanza la campaña ‘Valencia sería distinta sin Casa Caridad’ para concienciar ante la Navidad de su papel en la sociedad valenciana
VALÈNCIA, 14 (EUROPA PRESS)
Casa Caridad ha prestado en lo que va de año 4.592 atenciones en sus diferentes servicios, un 15 por ciento más que en 2022. Más de 3.100 familias y personas vulnerables han pasado por el reparto de productos básicos, que es el servicio que más ha crecido, con un 18% de aumento, con una media de 70 carros de comida repartidos al día.
La Asociación Valenciana de Caridad, entidad con más de 117 años prestando esta atención, ha lanzado ante las fiestas navideñas la campaña ‘Valencia sería distinta sin Casa Caridad’ para concienciar de su papel e impacto en la sociedad valenciana —afronta un gasto diario de 16.000 euros para cubrir todos sus servicios: comedor, centros de acogida temporal, servicio de reparto de ropa y comida, las escuelas infantiles y el Proyecto Fénix–.
Tras el último censo de personas sin hogar, en el que la asociación ha participado, se han contabilizado alrededor de 800 personas en esta situación, una cifra que “pone de manifiesto la necesaria labor que realizan las organizaciones del tercer sector”.
El presidente de Casa Caridad Valencia, Luis Miralles, ha explicado a los medios que han lanzado la campaña “no solo para que la ciudadanía conozca los servicios, programas y actividades, sino para concienciar de que es fundamental hacer donaciones y formar parte como socios de entidades que dediquen su misión a trabajar y a ayudar a las personas que más lo necesitan”. “Queremos que la gente conteste a la pregunta: ¿Qué pasaría si Casa Caridad no existiera?”, ha agregado.
Asimismo, Miralles ha indicado que “cada vez viene más gente necesitada y Casa Caridad tiene siempre las puertas abiertas para todos. Lo que hacemos es atender a estas personas e informarles de sus derechos y ayudarles a conseguirlos. Queremos ayudar a mejorar su vida y su futuro”.
Además, Casa Caridad cuenta con una “independencia económica fundamental”, que ha conseguido gracias a los cerca de 4.000 socios y empresas que colaboran con la organización. “Si podemos conseguir más ayudas de la Administración podríamos atender a más gente. Tenemos en el coste de los centros de acogida temporal un déficit del 25%”, ha afirmado el presidente.
PERFIL “AMPLÍSIMO”
El perfil de personas que acuden a la organización en busca de ayuda es “amplísimo” y se ve reflejado en los servicios que presta la ONG. Un total 150 niños de uno a tres años reciben educación en las escuelas infantiles y aproximadamente 130 familias que se encuentran en riesgo de exclusión social se benefician de sus servicios.
“En los centros de Benicalap se encuentra un perfil de personas en su mayoría sin hogar, que padecen una enfermedad o han tenido algún tipo de incidencia. Los hopitales no van a ir a la calle; por ello, las personas acuden al centro de convalecientes” del multicentro social de Benicalap, ha dicho.
PROYECTO FÉNIX
Otro servicio que presta Casa Caridad es el Proyecto Fénix, un programa de viviendas que la asociación pone a disposición de las familias que han conseguido el ingreso mínimo vital o la renta valenciana de inclusión.
La idea es facilitar el acceso a personas y familias mediante cursillos a un puesto de trabajo para que “poco a poco puedan alcanzar una mejora” en sus condiciones de vida.
El perfil de las personas que acuden a este servicio es “muy amplio”, por ejemplo, mayores que comparten la pensión con los hijos, que a pesar de tener un empleo y cobrar un sueldo no llegan a fin de mes.
USUARIAS DE CASA CARIDAD
Esmeralda Raudales es usuaria de Casa Caridad y el día que llegó a la asociación necesitaba muletas para poder andar bien. Ahora, gracias a la ayuda que le ha brindado la entidad, ha conseguido un zapato ortopédico que le permite moverse sin necesitar las muletas. “El detalle más especial que Casa Caridad ha hecho por mí son los zapatos que me han dado este año. Después de andar casi cinco años con muletas, mi vida ha ahora ha cambiado”, ha relatado.
Ella vive en el Centro de Acogida Temporal que tiene la organización en la Petxina, que actualmente cuenta con 100% de ocupación en los dos centros, donde este año han pasado más de 400 personas entre adultos y niños. El servicio ofrece un lugar seguro donde acudir, apoyo psicológico, enfermería, atención social, cursos de formación y búsqueda de empleo, así como actividades destinadas a promover el desarrollo de habilidades sociales.
En cuanto al Programa Escuela Familia, Rosalía Dávila es una de las usuarias que se benefecia de este servicio destinado a ayudar a las familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad. proviene de Ecuador y tiene dos hijos que viven con ella en una casa de acogida, mientras que la pequeña asiste también a la escuela infantil de la entidad en Petxina desde hace tres meses.
“El apoyo de Pablo, trabajador social, es fundamental para las familias. Siempre intenta buscar la mejor solución para nosotros y nos brinda la seguridad que yo quería sentir desde que llegue a España”, ha explicado Rosalía.
Lourdes Monedero tiene 56 años y vive en el centro de acogida por “la gran problemática que hay en la búsqueda de habitaciones de alquiler”, ha afirmado. “Mi familia murió y no podía alquilar un piso por mi situación económica. Ahora vivo en el centro de acogida que cubre todas nuestras necesidades básicas”, ha proseguido.
“Si Casa Caridad no existiera mi situación sería impensable. Estuve un año viviendo en la calle; es horrible y más para una mujer. No tengo familia y no tendría a quién recurrir. No sé qué sería de mí sin la asociación; lo más seguro es que continuaría viviendo en la calle”, ha manifestado Lourdes.
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