MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
La Caja de las Letras de Manuel de Falla (1876-1946) en el Instituto Cervantes se abrió este jueves tras su depósito el 18 de marzo de 2019 para sustituir el manuscrito original de la ópera ‘El retablo de maese Pedro’ (1923), escrito en tinta y firmado por el músico gaditano, por un facsímil de la partitura, con las mismas dimensiones del original, y un ejemplar del libro recién editado ‘Cuántas trompetas que suenan… El retablo de maese Pedro, un nuevo Manuel de Falla entra en escena. 1923-2023’.
Así tuvo tenido lugar en un acto en la sede madrileña del Cervantes en el que estuvieron presentes su director, Luis García Montero; la gerente de la Fundación Archivo Manuel de Falla, Elena García de Paredes de Falla; y el comisario de la Fundación Archivo Manuel de Falla para el centenario de ‘El retablo de maese Pedro’, Alfredo Aracil.
La apertura de la caja número 1223 que contiene el legado ‘in memoriam’ de Manuel de Falla estaba prevista en la cesión de éste por parte de la Fundación Archivo Manuel de Falla y el Ayuntamiento de Granada.
‘El retablo de maese Pedro’ es una adaptación musical y escénica de un episodio de la segunda parte de ‘El Quijote’. La música y el libreto constituyen un homenaje que el músico brindó a Miguel de Cervantes (1547-1616), a quien admiraba y de quien poseía numerosas obras, incluidas una veintena de ediciones diferentes de ‘El Quijote’.
En su intervención, García Montero destacó que el homenaje a Manuel de Falla es “especialmente emocionante” y, “como granadino, más emotivo todavía”, y puso de manifiesto su trabajo para mantener siempre la relación del músico con Granada, donde “su memoria está siempre presente”.
Subrayó que ‘El retablo de maese Pedro’ “es vitalidad, es ironía, es un diálogo con la infancia”, y reconoció estar “muy orgulloso de guardarlo aquí y de seguir conservando la memoria de don Manuel” en el Cervantes.
A su juicio, Manuel de Falla fue un “grandísimo compositor, un artista señero y un ejemplar ético de primera magnitud”, además de ser “una persona profundamente católica que no estuvo dispuesta a que sus ideas y sentimientos fuesen mancilladas por la barbarie”, lo que provocó que se marchara a Argentina, donde falleció en 1946.
Por otro lado, Elena García de Paredes de Falla agradeció el apoyo del Cervantes a un compositor que fue “un maestro en la ética”. La Caja de las Letras, añadió, “se queda con la copia facsímil de la obra, que fue una de las músicas preferidas del autor, una obra maestra e incluso un intenso diamante”.
Cabe recordar que el original se incorporará a la exposición que estará abierta hasta el próximo 28 de enero en la Residencia de Estudiantes en torno al centenario de la obra.
Por último, Alfredo Aracil enumeró las exposiciones, congresos, grabaciones discográficas, representaciones escénicas y otras iniciativas que se han celebrado con motivo del supradicho centenario y consideró que ‘El retablo de maese Pedro’ es una obra que “goza de buena salud”.
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