LOGROÑO, 14 (EUROPA PRESS)
La FER y Banco de Santander han desarrollado una sesión informativa sobre la sostenibilidad medioambiental, como criterio para el acceso a las ayudas, subvenciones y financiación, un asunto de suma importancia en el marco de los fondos europeos Next GenerationEU.
Ningún proyecto en el marco del Plan de Recuperación y Resiliencia puede causar perjuicio de forma significativa al medio ambiente como requisito para poder recibir subvención. Este principio se aplica también como requisito para la concesión de ayudas de Fondos Estructurales para el próximo periodo financiero (hasta 2027).
La taxonomía también se comienza a aplicar a los créditos y a la financiación bancaria dado que el Pacto Verde Europeo y el Plan de Acción Europeo para financiar el Desarrollo Sostenible, tienen impacto directo en el sector financiero.
Durante la jornada se abordó de forma concreta en qué consiste la taxonomía medioambiental, para que pueda valorar oportunidades y riesgos en su empresa, en qué ámbitos se exige, autodeclaraciones y proceso de certificación.
La taxonomía medioambiental es una clasificación de las actividades económicas según su grado de sostenibilidad ambiental con el fin de evitar que empresas, gobiernos o inversores otorguen a sus operaciones un carácter sostenible que en realidad no tienen. En la práctica, la aplicación de la taxonomía se complica tanto para las empresas que buscan financiación como para aquellas entidades que la otorgan, ya que requiere ofrecer una gran cantidad de información detallada de los proyectos.
La responsable del Departamento Internacional y de la oficina técnica de fondos europeos de la FER, Sheila Argáiz, ha presentado la jornada en la que ha participado como ponente Rafael Sánchez, experto de Zabala Innovation.
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