MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
La consejera delegada en España de la empresa energética franco-belga Engie, Loreto Ordoñez, reclamó este miércoles al Gobierno “crear normativa de calidad que dé seguridad política y jurídica a las empresas que quieren cumplir los retos de descarbonización”.
Ordoñez participó en un encuentro organizado por las patronales CEOE y Cepyme en el que afirmó que “es imposible cumplir los objetivos si el Gobierno no apuesta por una normativa mucho más simplificada y comprensible, pero que sea de calidad”.
Se quejó de que “en España hay 15 regulaciones diferentes sobre temas energéticos y esto es un problema. Si no se simplifican, la inversión no llegará y será mucho más complejo cumplir todos nuestros objetivos”. “No es normal que la aprobación de proyectos e inversiones tarde de media en España 18 meses”, lamentó.
Ordóñez reclamó al Ejecutivo una simplificación de la norma y “crear normativa de calidad que de seguridad política y jurídica a las empresas que quieren cumplir los retos de descarbonización”.
Asímismo, subrayó la necesidad de apostar con ayudas para la creación e inversión de proyectos. “Para lograr los objetivos de descarbonización del año 2050, España necesita contar con una inversión público-privada de 300.000 millones de euros en los próximos años”.
La consejera delegada de Engie destacó que el principal reto al que se enfrenta España y Europa en cuanto a transformación energética pasa por lograr una “autonomía energética que nos ayude a solventar las crisis como la que nos hemos enfrentado estos últimos años con la pandemia y con la escasez de suministros”.
Señaló que la solución a corto plazo es invertir mucho más en tecnologías renovables, pero que “Europa no puede dejar de comprar gas porque lo necesita, pero tenemos que invertir en energía más cercana, en renovables y administrar bien los suministros que compramos”.
Por último, Ordoñez reafirmó la idea de que la sociedad tiene un papel “importantísimo” en este reto. “La sociedad se tiene que comprometer con los diferentes proyectos, apostando por las nuevas tecnologías energéticas, pero, también, apoyando proyectos. No es comprensible que se demanden energías limpias si luego, cuando instalan una central eólica en un pueblo, los habitantes se quejen”, consideró.
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