MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
La utilización de técnicas de fertilidad y/o de reproducción asistida por parte de pacientes con cáncer de mama con receptores hormonales positivos (RH+) que interrumpen la terapia endocrina (hormonal) por un periodo máximo de dos años para quedarse embarazadas no aumenta el riesgo de recaída de la enfermedad a los tres años, según los resultados de análisis secundario del estudio POSITIVE, coordinado Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama y el Grupo SOLTI.
Esta investigación busca dar respuesta al deseo de ser madres de algunas pacientes con cáncer de mama hormonosensible ya que el retraso de la maternidad hace que cada vez sea más probable que a las mujeres se les diagnostique un cáncer de mama antes de ser madres o de completar su familia.
Muchas pacientes con cáncer de mama pueden optar por la preservación de la fertilidad antes de iniciar el tratamiento oncológico. Por ello, para comprender el impacto de la preservación de la fertilidad y las técnicas de reproducción asistida (TRA) en aquellas con tumores sensibles a hormonas, se llevó a cabo un análisis secundario de los resultados del ensayo POSITIVE. De las 497 participantes evaluables que interrumpieron el tratamiento endocrino para intentar un embarazo, 368 (74%) se quedaron embarazadas.
Entre las pacientes que se sometieron a alguna forma de preservación de la fertilidad, 179 recurrieron a la criopreservación de embriones u ovocitos antes de inscribirse en el ensayo POSITIVE, mientras que 215 utilizaron alguna forma de TRA para intentar el embarazo. La técnica más utilizada fue la estimulación ovárica para la fecundación ‘in vitro’ y la transferencia de embriones crioconservados.
El análisis halló que la menor edad y la transferencia de embriones criopreservados eran los factores más asociados a mayores probabilidades de embarazo: el 82,4 por ciento de las pacientes que se sometieron a transferencia de embriones criopreservados se quedaron embarazadas.
La estimulación ovárica, paso previo a la crioconservación de los embriones para su posterior transferencia al útero, requiere de un tratamiento basado en medicación hormonal, lo que podría tener efectos perjudiciales para las pacientes con RH+.
No obstante, según los nuevos datos, el porcentaje de mujeres que experimentaron una recaída del cáncer de mama en un plazo de tres años es similar en el grupo de las que interrumpieron la terapia endocrina y se sometieron a este procedimiento para el incremento de la respuesta ovárica (9,7%) en comparación a las que no se sometieron a estimulación ovárica (8,7%).
“Los datos del análisis confirman que las mujeres con cáncer de mama con receptores hormonales positivos pueden pausar la terapia endocrina, bajo un control y seguimiento médicos, y quedarse embarazadas por vía natural o con la ayuda de técnicas de fertilidad y reproducción asistida, de manera segura y sin que implique efectos negativos en la evolución de la enfermedad al menos en un periodo de tres años”, señala el co-coordinador del estudio POSITIVE en España, miembro de la Junta Directiva de GEICAM y jefe de la unidad de Cáncer de Mama del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, el doctor Manuel Ruiz Borrego.
Así, asegura que este estudio “proporciona información muy valiosa a la hora de asesorar a las mujeres con cáncer de mama que desean ser madres”.
Por su parte, la coordinadora del estudio en España, miembro de la junta directiva de SOLTI y jefa de la unidad de cáncer de mama del Hospital Vall d’Hebron y VHIO, la doctora Cristina Saura, recalca que “los resultados reiteran la idoneidad de apostar por la preservación de la fertilidad antes de iniciar el tratamiento oncológico y abren la posibilidad de un embarazo seguro para aquellas pacientes con cáncer de mama que lo deseen, una vez que han realizado al menos 18 meses de terapia endocrina adyuvante”.
“Aunque no hay que olvidar que el seguimiento a largo plazo de estas pacientes será fundamental para corroborar estos datos, POSITIVE demuestra que es posible reducir el tiempo desde el diagnóstico hasta el momento recomendable para iniciar la búsqueda del embarazo para aquellas mujeres que no han satisfecho el deseo de ser madres antes de la enfermedad; una ventana temporal que ahora es de cinco años según la recomendación de las guías clínicas actuales”, advierte la doctora Saura.
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