MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) de España destinada a salud ascendió a 402 millones de euros en 2022, lo que supone un 9,7% en esta partida y un descenso de siete puntos porcentuales respecto al año anterior.
Así se desprende del informe anual elaborado por Medicusmundi y Médicos del Mundo sobre ‘La salud en la cooperación y acción humanitaria’, presentado este martes en Madrid.
Según sus resultados, España pasó de dedicar un 16,8% de la AOD al sector de la salud en 2021 a un 9,7% en 2022. Esto se halla “muy por debajo del porcentaje en torno al 15%, entre el 12 y el 16%, que pedimos las ONG”, lamentó Carlos Mediano, del consejo ejecutivo de Medicusmundi Internacional.
A su juicio, dicha caída se debió a la disminución de fondos para combatir la pandemia de la covid-19. De hecho, el 99% de la inversión en salud de 2021 estuvo dirigida a la adquisición de vacunas.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia y su impacto a nivel mundial concentró en cambio los esfuerzos de la ayuda en 2022.
LOS ACTORES
El Ministerio de Sanidad aparece como el primer donante en cooperación sanitaria en 2022, con el 43,8% de la AOD española destinada a salud (176 millones). Sin embargo, Mediano pidió “una implicación mucho mayor” por parte de este departamento, pues “llevamos mucho tiempo esperando la Estrategia de Salud Global”.
“No se trata de replicar el modelo español en otros países, pero sí de ser valientes e innovadores”, destacó. En su opinión, “la cooperación descentralizada” en España, esto es, que la cooperación al desarrollo sea una competencia compartida con las comunidades autónomas y los ayuntamientos, resulta “muy adecuado”. De ahí su “gran preocupación” porque algunas comunidades están asumiendo “un mensaje peligroso, que hace de la AOD y de la cooperación sanitaria una política prescindible, sin darle la importancia y el valor que merecen”.
SIN ACCESO HUMANITARIO
Según el vicepresidente de Médicos del Mundo, José Félix Hoyo, 339 millones de personas necesitan en la actualidad asistencia humanitaria de forma urgente, y “estimamos que solo estamos atendiendo al 50%”.
La falta de financiación está siempre detrás de estos déficits, valoró, pero “todos los gobiernos, ONG y también Naciones Unidas coinciden en que cada vez cuesta más garantizar la seguridad de su personal”. Ello “encarece mucho cualquier intervención”, y lamentó que esta falta de cobertura de las necesidades más básicas se deba en gran medida a la imposibilidad de acceder a la población afectada. “Gaza es el ejemplo extremo en estos momentos”, declaró.
A su juicio, el objetivo de alcanzar el 0,7% del PIB para Ayuda al Desarrollo en 2030 resulta “muy complicado”, aunque sí fue positivo consagrarlo en la nueva Ley de Cooperación. Si se mantienen los aumentos de los últimos dos años se podría llegar a 2030 con un 0,6% del PIB, lo cual “sería un motivo de orgullo”, declaró. En 2022, solo 7 países donantes superaban ese 0,7% de su PIB, y más de la mitad se encontraban por debajo del 0,36.
También Eva del Hoyo, directora general de Políticas de Desarrollo Sostenible del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, tildó de “gran reto” alcanzar dicho porcentaje, pues implicaría “aumentar la inversión en 1.000 millones de forma anual”. Asociado a ello “debemos abordar una reforma del sistema de cooperación que la ley también contempla”, apuntó, que aún no se ha implementado”.
Por último, consideró “difícil hablar de porcentajes” concretos por sectores dentro de las políticas de cooperación, ya que “pedís el 15% en salud”, pero “lo mismo nos encontramos con el sector educativo, el del agua, etc.”.
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