BRUSELAS, 12 (EUROPA PRESS)
La Unión Europea aspira a consolidar la buena sintonía con los Balcanes con una nueva cumbre en Bruselas en la que el bloque quiere redoblar su apuesta estratégica con los países de la región en medio de la intención de revivir el proceso de integración europea.
La cita de los líderes europeos con sus homólogos de Serbia, Montenegro, Bosnia y Herzegovina, Albania, Macedonia del Norte y Kosovo, vive su cuarta edición desde 2020 después de que los encuentros con la región hayan recobrado importancia tras el desafío estratégico que representa para Europa la invasión rusa de Ucrania.
“La agresión rusa ha hecho de la cuestión de Ucrania sea central en el debate político europeo y los líderes han captado esto y entendieron la necesidad de invertir más en la política de adhesión”, explica un alto cargo de la UE sobre la nueva dinámica generada en los Balcanes, una región que lleva décadas en la lista de esperar para entrar en la UE pero que ahora ve renovadas sus aspiraciones con los pasos sin precedentes dados con Ucrania y Moldavia.
Así las cosas, la cita en la capital comunitaria llega justo antes de la cumbre del jueves y viernes en la que los jefes de Estado y de Gobierno tendrán sobre la mesa la decisión de abrir negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia y dar nuevos pasos con Georgia y Bosnia y Herzegovina.
La UE quiere reafirmar la perspectiva europea de la zona y que los socios balcánicos reiteren su compromiso con los valores y principios europeas a través de una agenda de reformas decidida e irreversible. “El mensaje es que cuanto mayor compromiso puedan mostrar, mejor para sus aspiraciones”, ha añadido el alto cargo europeo.
De la cumbre de mañana saldrá un comunicado al que los socios balcánicos están llamados a adherirse y en el que se expresa la voluntad de la UE a avanzar en distintos planes de cooperación con la región, incluyendo roaming, educación o integración digital y económica.
Los Veintisiete también aspiran a reforzar la alianza internacional frente a la agresión rusa de Ucrania y que los países balcánicos se comprometan a detectar y cortar cualquier maniobra de Moscú para sortear las sanciones. En este sentido, el tabú es la posición de Serbia, único país de la región que no se ha alineado con las medidas punitivas europeas aduciendo su papel de neutral en el escenario internacional.
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